Los descendientes de los fundadores. (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)

Capítulo 1: El nuevo encuentro.

El expreso de Hogwarts se alejaba de la plataforma 9¾, de la estación Kings Cross. Lo primero, cuando ya no veía a su familia, Paul fue buscar un lugar para viajar.

Agarró su baúl, dónde estaban sus libros, lo cuáles leyó mucho, antes de ese día, su varita y ropa mágica. En su otra mano, tenía la jaula de su nuevo búho, el cual decidió llamarlo Heller.

Luego de recorrer el tren por un rato, encontró un sitio ligeramente vacío; adentro había solo una persona. Paul lo reconoció al instante, era uno de los chicos que se encontró en la tienda de las varitas.

Tenía el pelo negro azabache, pálido de piel y su rostro desprendía fe en si mismo. Él ya estaba vestido con la ropa de Hogwarts. Se encontraba absorto mirando por la ventana, ajeno a otra cosa. Paul entró y el chico volteó la mirada y clavó sus ojos negros en él. Otra vez. Se miraban sin saber por qué.

— ¿Puedo sentarme ahí?— preguntó Paul, asiendo referencia al asiento vacío que había en la cabina.

— Adelante— respondió el chico, tenía un tono de voz algo apagado.

Paul cerró la puerta de la cabina, depositó sus cosas en el portaequipaje y se sentó. Intentando entablar una conversación para que el viaje no se sienta apagado, Paul habló.

— Me llamo Paul Carter ¿Y tú?— preguntó.

Cuando el chico estuvo apunto de responder, la puerta se volvió a abrir.

Ahora eran los otros dos chicos de la tienda. Uno bajito, de la altura de Paul, su pelo era negro azulado, al igual que sus ojos, predominando el azul. El vestía ropa parecida al uniforme del colegio, pero no lo era.

El otro: alto, pelo castaño oscuro, contrario a Paul, que lo tenía más aclarado; ojos color avellana y brillantes. Su ropa era parecida a la de Paul, ropa muggle.

— ¿Podemos sentarnos?— preguntaron al unisono los recién llegados, Paul se rió internamente, ya que él había echo la misma pregunta. Le dió una mirada al otro chico y respondió.

— Adelante— Paul pudo ver cómo los labios del muchacho pálido se curvaban un poco como si quisiera sonreír.

Los chicos pasaron, hicieron lo mismo que Paul, y uno se sentó al lado del castaño y el otro del azabache.

— Justo antes que vinieran estaba presentándome, ¿Continúo?— preguntó Paul a los recién llegados.

— Claro— respondieron.

— Como antes decía. Mi nombre es Paul Carter, mucho gusto— se presentó a todos.

— Yo me llamo Zeke Lyon— respondió el chico alto de pelo castaño oscuro.

— Yo soy Emil Ferdinand— habló el chico sentado con Paul.

— ¿Y tú?— preguntó el chico Zeke al que tenía al lado. Él lo miró.

— Me llamo Marduk Neguel— contestó secamente.

— ¿Cómo son ustedes?— preguntó Paul intentado conocer a los chicos.

— ¿Cómo "cómo somos"?— cuestionó Emil.

— Sí, me refiero a si son iguales a mí— volvió a preguntar Paul, pero los demás no entendían, hasta que Zeke intuyó.

— ¿Hablas de si somos hijos de magos o muggles?

— Sí, exacto— felicitó Paul a Zeke.

— Bueno, yo soy mestizo— respondió Zeke.

— Yo, sangre pura— dijo Emil, pero Paul no entendió como con la palabra "mestizo".—: significa hijo de dos magos. Mestizo significa hijo de un mago y un muggle, al menos, en nuestro mundo— aclaró entendiendo las miradas de desconcierto que Paul tenía cuando dijieron lo anterior.