Los descendientes de los fundadores. (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)

Capítulo 25: Charla y nombres.

Mes de junio.

Exámenes.

Y todo eso, era un severo dolor de cabeza.

Nuestro grupo no tuvo preocupaciones ya que estaban más que bien preparados, gracias a las reuniones (muy infrecuentes, debo agregar) de estudio en la Sala de Menesteres.

Todos aprobaron los exámenes de este año. Y como el año pasado, habían unos un poco mejor que otros.

Las mejoras más notorias fueron las de Lucy que, aunque siendo muy inteligente, el año pasado no tuvo su mejor desempeño; pero este fue una de las tres mejores del grupo. Lorcan, que demostró porque era un Ravenclaw. Gary quien, orgullosamente, comenzó a llorar de alegría cuando recibió su E en Pociones. Y Jamie, impresionado con sus dos Extraordinario en Herbología e Historia de la Magia; sí, Historia de la Magia.

Todos los demás mantuvieron sus estándares en cuanto a los resultados: El cuarteto de mejores amigos fue muy supieron en casi todo, gozando con los dos mejores estudiantes de su curso (Emil y Zeke, no en ese orden precisamente). Lily, Bella y Olive no se sacaron diferencia, siendo Lily la del puntaje más bajo, pero por una S en Astrología y Pociones.

Malia y Leia demostraron ser dignas Ravenclaw, pero cada quien en su respectiva año.

Su muy merecido descanso se dió en patio como acostumbraban.

Algunos durmiendo, los demás charlando. Lo mismo que el año pasado.

Faltaban escasos días para el regreso a casa, y Paul aún no había hablado ni con sus amigos, ni con el Sombrero.

La Copa de las Casas se entregaría en el Gran Banquete en dos días, y antes de eso, Paul quería confesarles algo a sus amigos y hablar con el Sombrero.

No entendía por qué se tardaba tanto.

Por suerte, no tuvo que soportar a Xavier o a sus amigos porque sufrieron un castigo, proclamado por el Prof. Slughorn como jefe de Slytherin. Ellos no tuvieron oportunidad de defenderse porque, en el momento en que tenían el duelo con Paul, habían varios testigos de Slytherin a quien el castaño le caía bien.

Olive siguió pensado en por qué comenzó a sentir hacia Paul una preocupación aún mayor de la que acostumbraba.

Dom se mantuvo callada como se había prometido, aunque dudaba sobre hablarlo con alguien, ya que no sabía con quién, aún teniendo tantos amigos.

La tranquilidad en el patio era presiosa. Nada podía romper el gran ambiente que había en el grupo. Hablaban tan animadamente de cosas triviales que el siguiente tema resultaba extraño no haberlo sacado antes a colación.

— Ya casi es un hecho que Hufflepuff es la ganadora de la Copa de las Casas— habló Valerie.

— Tienes razón, Val, y muchos ya suponían esto desde hace semanas— agregó Bella.

— Todos los puntos conseguidos en el Quiddich nos dieron una gran oportunidad— dijo Gary, acostado sobre el pasto.

— Definitivamente, el Quiddich fue lo que nos hizo ganar la Copa— proclamó Leo, bostezando por la "falta de sueño".

— Aunque todo se lo deben a Paul— dijo Olive, mirando orgullosa al castaño «¿Y ahora esto?».

— Solo hice lo que un Guardián tiene que cumplir— se restó importancia el Heredero de Hufflepuff.

— Más que bien, debo agregar— dijo Emil, recordando cada partido de Paul.

— Corriendo severos riesgos— reprendió Lily, también recordando los partidos de Paul.