Capítulo 11: Búsqueda y final de curso.

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Paul y sus amigos fueron hasta el Gran Comedor a la par del señor McCall, quien, por alguna razón, estaba mucho más tranquilo que cuando salieron de la enfermería.

Paul les había preguntado a los chicos si sabían cómo fue que Lorenz logró sacar a Lily de la habitación de las chicas sin hacer ruido, o sin que la niña haga ruido, pero ellos respondieron negativamente.

- Existe un encantamiento que permite silenciar todo a tu alrededor- respondió el señor McCall, atento a la conversación de los chicos.

- ¿Cuál?- preguntaron los chicos, bajando por la escalera que daba al primer piso.

- Se llama Muffliato.

Cuando estaban a metros del Gran Comedor, Paul pudo escuchar incontables voces que discutían sobre algunos temas, supuso que era sobre Lily o Lorenz.

El señor McCall abrió la gran puerta de roble y centenas de ojos se voltearon hacia ellos.

Las mesas habían desaparecido, excepto la de los profesores, dónde ninguno estaba sentado. Cada estudiante estaba vestido con lo que parecía ser lo primero que encontraron en su baúl, e incluso, algunos seguían con sus pijamas, a pesar de ser casi medio día.

Durante un largo minuto ninguna persona hizo movimiento alguno. Lo único que podía escucharse eran algunas respiraciones agitadas por los gritos.

- ¡PAUL!- se escuchó luego del prolongado silencio.

Más de diez personas corrieron en dirección a ellos directos al castaño.

Paul sonrió, felíz de volver a verlos.

La primera en llegar fue Valerie, quién abrazó al chico, y por la corrida que hizo, casi lo tira al suelo. Isabella y Olive también lo abrazaron pero no tan fuerte como la rubia de Gryffindor. Los demás lo recibieron con palmadas en la espalda y algún que otro abrazo más (cortesía de las chicas); incluso Ted o Régulus se mostraron felices, sin olvidar a las otras chicas Weasley, que también se acercaron al chico. Pero sin duda, la ausencia de alguien era muy notoria.

- ¿Cuándo fue que despertaste?¿Qué tal te sientes?¿Te duele algo?- esas y muchas más preguntas recibió Paul por parte de sus amigos.

- Y ustedes- Valerie apuntó a los tres chicos que vinieron con Paul (aún nadie había notado la presencia del señor McCall)-, gracias por avisarnos que Paul despertó- dijo la rubia sarcásticamente, enojada con los tres por no informar que su amigo había despertado.

- No es momento para eso Val- le dijo Paul, defendiendo a sus amigos-. Ellos no tienen la culpa por no avisarles. Todo sucedió muy rápido, pero se lo debo al señor McCall.

En el momento que Paul dijo eso, todos quienes no habían visto al adulto que llegó con ellos, voltearon a verlo.

El señor McCall seguía tranquilo y, al parecer, no prestó mucha atención a la reunión de amigos que hubo frente a él.

Todos lo veían con sorpresa e incluso miedo. La apariencia de tipo duro del señor McCall no ayudaba como la primera impresión de unos niños desesperados, y hasta asustados.

Los profesores y la directora se acercaron al lugar en donde estaban reunidos los niños y el adulto. Gibran se adelantó hasta ellos y comenzaron a hablar apresuradamente.

Al igual que hacían los adultos, los amigos de Paul iniciaron una serie nueva de preguntas hacia el chico, pero este no escuchaba.

Paul estaba dando una mirada a todo el Gran Comedor. Podía ver a los alumnos mayores discutir entre ellos; no estaba seguro de si era sobre Lily y Lorenz, u otra cosa más importante para ellos en esos momentos. Varios chicos y chicas de 1ro y 2do estaban callados y en el suelo, abrazados a sí mismos, con temor. Logró ver al mismo chico de Slytherin con el chocó antes de caer inconsciente ayer. Sin importarle que sus amigos le estuvieran hablando, o que vayan a verlo raro, fue hasta él.

Los descendientes de los fundadores. (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora