Capítulo 40: El regreso de Alberich.

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— ¡¿Cómo es posible que todos estén dormidos?!— exclamó Paul, sin poder creerselo.

Olive y Vergil estaba igual que el otro castaño.

— No lo sé con exactitud— contestó Dante, desacomodandose el pelo como gesto de desconcierto—. Cuando me fuí dejando a Vergil me sorprendió no encontrar a nadie por el camino. Pero cuando llegué al Gran Comedor y lo encontré desolado, me dí cuenta que algo malo estaba pasando; eso no podía ser normal— explicó.

— Porque no es normal, Dante— añadió Vergil—. ¿Hay indicios de si fue una o más personas?— quiso saber, sintiendo una corazonada.

— Sí— contestó su hermano—, puedo sentir la presencia de una Familia Real— confesó.

El pequeño intercambio de palabras entre los gemelos Valdus era observado con suma atención por Paul y Olive. Ellos eran desentendidos de lo que estaba pasando y no podían entenderlo, ni siquiera Paul con todo su conocimiento. Principalmente, lo que ocupaba sus mentes era la preocupación por sus amigos y sus respectivas parejas.

Paul recordaba a Lily llendo a buscar a madame Pomfrey a su despacho cerca de la enfermería, y ella después no regresó.

Olive, sintiendo lo que estaba pensando su hermano, le tocó el hombro y con solo un gesto de cabeza, ambos entendieron lo que quería el otro.

Paul salió corriendo en la dirección por la que vió irse a Lily hace una hora y Olive lo siguió. Ambos Valdus gritaron los nombres de los chicos pero ellos hicieron caso omiso del llamado.

Cuando llegaron a la entrada del despacho de la enfermera, ver la puerta entre abierta no fue una enorme sorpresa. Paul abrió la puerta y vió dos cuerpos tirados en el suelo.

— ¡Li!— gritó Olive, aproximándose con Paul.

El chico verificó el estado de su novia solo con la mirada. Como Dante había dicho, Lily se encontraba profundamente dormida. No tenía signos de haber sido atacada. Pero Paul podía sentir un poco de magia saliendo del cuerpo de su novia.

— No vuelvan a salir corriendo así— pidió Dante, llegando jadeando con Vergil, pero este no estaba nada cansado.

— Que falto de forma estás, profesor— comentó Paul, acostando a su novia.

El castaño colocó su mano encima del cuerpo de la oji-verde y recitó:

Mégiste Sklírynsi.

Un brillo plateado rodeó el cuerpo de Lily pero fue rechazado instante.

— No va a funcionar, Elian— confesó Vergil, acercándose a su hijo y poniéndose en cuclillas—, fue dormida con una poción de sueño.

— ¿Filtro de Muertos en Vida?— inquirió Olive, siendo conocedora de muchas pociones.

— Sí y no— contestó Dante, aproximándose ahora—. Esta poción fue creada con los mismos ingredientes y siguiendo la misma base del Filtro de Muertos en Vida, pero es diferente— explicó, trazando un camino con su varita por el cuerpo de Lily sin tocarlo.

— ¿Qué tan diferente?— inquirió Paul, preocupado por su novia.

— Lo lamento, Elian, pero no lo sé con exactitud— se disculpó Dante, levantándose del suelo.

— Explícame— pidió el castaño menor.

— El Filtro de Muertos en Vida es alterado por cada Familia Real, según sus preferencias— comentó, primeramente—. Nosotros, la Familia Valdus, somos de los pocos que no alteran el orden de la poción. Pero, por ejemplo, la Familia Aesnir (la escandinava), tiene una forma de hacer la poción para que ésta te duerma el cuerpo pero conserves tus sentidos, teniendo la capacidad de escuchar a los demás y entenderlos aún con los ojos cerrados y dando la impresión de estar dormido— explicó.

Los descendientes de los fundadores. (PAUSADA INDEFINIDAMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora