🐰 Veintinueve 🐣

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Jungkook se cambia por algo cómodo una vez que ha abandonado el cuarto de Kim para ir al suyo. Sus típicas ropas negras que resaltan sus piernas junto a una remera de mangas cortas grande. El frío comienza a despedirse, falta para que la primavera empiece pero los días helados y la nieve se hacen cada vez más soportables.

Baja a la sala para desayunar, el señor Kim está sentado junto a Mark mientras conversan con el sonido de la sartén de fondo. La voz del pelirrojo es más alta que ayer, pero con muchos gallos e incluso se ahoga de vez en cuando en una tos. JiMin y Taehyung estaban jugando en la sala de al lado, cuando pasó a verlos se los encontró sentados en el suelo rodeado de un par de peluches, incluyendo al osito mochi y la pareja conejo-osito.

El infante ni el sonrisa cuadrada le presta atención, pasa por un vaso de agua a la cocina y regresa con los más grandes. Aunque su intención fue bajar a desayunar: nadie lo está haciendo aún, y en cierto modo lo agradece porque duda demasiado que pueda comer con el nudo en su esglmago.

- Buenos días. -el señor Kim le sonríe levantándose de su asiento. Es ahí donde se da cuenta que estaban cocinando huevos fritos.

- Buenos días a los dos. -El pelirrojo le mira sonriéndole sin mostrar sus dientes, y Kook ya se ha sentado en la mesa donde ellos estaban.

- Ya casi termino la comida. -dice Kim a Mark- Agradecería que le digas a Min y Tae que vayan a lavarse las manos, de nuevo. -rodaa sus ojos con diversión.

El mencionado asiente y se va de la sala sin decir nada, oye murmullos y la queja de JiMin porque ya no podía jugar más junto a sus pasos corriendo hasta, probablemente, el baño de arriba.

- Hey, ayudame con el jugo. -Jungkook parpadea regresando a la tierra- Las naranjas están en el refrigerador, y el exprimidor aquí. Haz eso por mi.

- Ah, claro. -se levanta de su asiento haciendo lo que Kim le ordenó. Las naranjas se ven muy jugosas, y lo confirma una vez que empieza a sacarles todo el jugo salpicando un poco al rededor.

En el pasado apenas tenía para comprar tanta frutas, nunca a llegó a llenar una botella de 2 litros con jugo de naranja exprimido.

Sin duda el señor Kim gozaba de muchos lujos.

Una vez listo, tiró las cáscaras a la basura y lavó sus manos llenas del jugo de naranja, colocando la garra en la mesa, Mark ya estaba de vuelta ahí, sentado recto con sus manos sobre la mesa sin despegar su sonrisa sin dientes.

- Bien hecho, gracias. -el señor Kim trae platos de comida dejándolos sobre la mesa, y una vez que sus manos están vacías aprovecha de tomar a Jungkook por su mentón dejando un beso sobre sus labios que lo deja anonadado.

¿Acababa de robarle un beso? ¡¿Frente a Mark!?

No puede decir ni quejarse al respecto cuando JiMin y Tae aparecen para tomar asiento, así que solo desvía la mirada del pelirrojo porque no quiere ver su expresión y toma asiento como si nada, el infante automáticamente se pone a su lado, feliz de tener desayuno listo frente a sus ojitos.

Es agradable tener dos presencias más en la mesa, JiMin tiene alguien con quien conversar por si Kim ya no tiene nada más que decir, Jungkook se ahorra comentarios y solo come en silencio como últimamente lo ha estado haciendo, y Mark, por obvias razones, habla muy poco.

Luego del desayuno en el que él infante junto a Tae se ofrecieron a lavar los platos, Jungkook toma asiento en el sofá de la sala principal, aquella donde una enorme pantalla apagada estaba frente a él y una mesita para subir los pies, atrás suyo estaba la mesa donde comieron antes, donde Kim y Mark retomaron su charla a la que se sentía ajena.

Todo por él [Yugkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora