* dieciséis *

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Sus manos en mis caderas me jalan y provoca que yo enrede mis piernas en su cintura. Nuestros besos son intensos, él muerde mis labios, los chupa y su lengua juega con la mía. Entre lo nublado que tengo la mete siento que él camina y ahora no me importa a donde. Escucho como algo lejano cae a el suelo para después sentir una superficie fría y firme.

Max esta sobre mi, sus manos sube y llegan a mis pechos lo cual provoca que se me escape un gemido fuerte, que provoca que él presione una erección en mi entre pierna. Si embargo hago lo que siempre e querido hacer, bajo mis manos y aprieto ese lindo culo que le ví desde que lo conocí, el gruñe y mueve sus caderas en un vaivén que me nubla todo juicio, solo quiero esto no me interesa nada mas. Sus labios los tengo en mi cuello y como mi boca esta libre mis gemidos se escuchan en el silencio de la habitación. 

Habré mi bata y su boca besa lo que deja al descubierto mi bikini de mis pechos. No recordaba que debajo de la bata estaba prácticamente desnuda. Baja las copas  y mis pechos quedan a su vista la cual es muy oscura, se lame los labios antes de devorar uno de ellos, ¡dios se siente genial!. Lo abrazo con mis piernas y el sigue su fricción.

"Hay un contrato que especifica que deben tener un hijo en el plazo de un año."

"Si se casa con el Sr. Teylor su herencia será para usted, y si no sus padre y usted quedan en la calle."

Ella se casara!"

"No nos puedes dejar en la calle Leónor, es tu deber de hija ver por nosotros, tu padre ya no puede trabajar y yo..."

Todo lo que pase frente al abogados me llega de golpe a la mente y no puedo evitar derramar lágrimas, ¿en que momento se me olvido que todo esto es por dinero?, estoy dejando que me compre, me siento sucia. Un sollozo escapa de mi garganta. Siento que Max se detiene, al abrir los ojos él me ve , no dice nada solo me ve en espera de que haga algo mas que llorar. Maldice entre dientes, se retira de mi cuerpo y mi llanto aumenta, me cubre. Me ayuda a sentarme y él se sienta a mi lado, sigo llorando, mientras él me abraza y se disculpa, me dice palabras dulces, después de un raro logro cesar mi llanto.

Me deshago de sus brazos y bajo del escritorio en el cual el me subió, acomodo mejor mi bata para tapar lo mas que pueda mi cuerpo.

_Estas tan ansioso de tener la herencia completa que no te importa en donde suceda. _ digo entre ipos.

_¿Que?

_El contrato, si quedo embarazada en el plazo de un año, te entregan todo.

Parese que con mis palabras le di un golpe que lo deja sin aliento. Se para y es muy evidente su erección pero  al parecer poco le importa.

Frunce en ceño.

_En mi cabeza el maldito contrato seria lo último que pasara al tenerte entre mis brazos. Tu no te miras muy a menudo en un espejo ¿Verdad?. La última vez que nos vimos te bese y no me respondiste como hoy, la pasión me sego y sentí que lo disfrutabas tanto como yo. Y me disculpo por el lugar, pero no por desear a mi esposa.

_Y a la herencia ¿no?.

Escucho como ríe por lo bajo. Extiende sus brazos a los lados.

_¿Haz visto esta casa? La haz recorrido toda? _ niego con mi cabeza _ Es una mansión y es mía, yo la mantengo, tengo mi propia empresa, mis propios negocios, tengo un cerebro grandioso que me permite adquirir dinero sin necesidad de tu herencia. Es tuya esa maldita herencia si con eso puedo tener a mi esposa.

_No soy tu esposa, no de verdad.

Anula el espacio entre nosotros. Sonríe de medio lado, sube su mano y pasa su pulgar sobre mis labios y al instante cierro los ojos disfrutando del contacto.

_Tu eres mía, eres mi esposa y nunca dejaras de serlo, esa maldita herencia se puede ir a al mierda.    

Posa una vez mas sus labios sobre los míos y esta vez no abro la boca.

_Podríamos solo intentarlo, sin pensar en ese contrato, sin pensar en nada que no sea nosotros. Por favor  dale una oportunidad a nuestro matrimonio.

_No toda, Dulce _ digo y yo misma devuelvo algo de ropa. _ solo le di, la mitad de una oportunidad.

Dulce rueda los ojos al cielo.

_Si como no, de seguro solo lo dejaras entrar la mitad.

_¡Dulce María!

_Oh solo relajate, el jefe es el bueno.

Si, solo que no se si es bueno para mi.

     

Me enamore de mi marido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora