* nueve *

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Como me lo hizo saber Max la noche anterior, muy temprano dejamos el hotel y tomamos el vuelo, en su get privado, a nuestro destino; nuestra luna de miel a Cancún, a la paya las tortugas. El vuelo no fue muy largo en dos horas y media   llegamos.

Mientras Max pide nuestra habitación yo decido dar una vuelta por el hotel, claro no antes de  informarle y creo que sigue molesto por lo ocurrido ayer... o eso me parece a mi, porque no me ha hablado y cuando yo lo hago me contesta con monosílabos, así que he decido darle su espacio.

El hotel es el mejor del lugar, tiene piscina, bar, gimnasio, restaurante, una excelente vista a la playa, es grandioso.

Al tener las habitaciones Max me busca y los dos subimos al elevador. Sigue distante y por alguna razón me siento mal, siento que tengo que hacer algo para que el ambiente  no siga tenso. Me aclaro la garganta.

_De... Deberíamos bajar en un par de horas a el bar, me dijeron que hoy hay caraoque y creo que sera divertido.

_¿Te gusta cantar? _ me encojo de hombros _ si es lo que quieres mi guarda espalda esta a tu disposición, yo no puedo acompañarte, tengo asuntos que hacer.

¿Asuntos que hacer? Pero es nuestra luna de miel.

_Por si nadie te lo ha dicho, estamos en nuestra luna de miel, creo que seria lindo que mi esposo este a mi lado y no "con sus asuntos".

_Leo, esto no es una luna de miel normal, no tengo la intención de bañarme a menudo con agua fría.

Se abre el elevador y él sale, ¿Se ha bañado con agua fría? Cómo no me da tiempo de aclararlo, voy tras él.

_¿Que quieres decir? _ se detiene y se vuelve, casi me doy de bruces con el pero es rápido y me detiene por los hombros.

_Que deseo a mi esposa como no eh deseado a ninguna otra mujer, pero no la puedo tener, _ se pasa las manos por su suave y brillante  pelo _ así que prefiero no estar serca de ti.

_¿Quieres que me acueste contigo?, ¿Por eso estás enojado y no me quieres acompañar a lo del karaoke? _ no me contesta.

Extiende un tarjeta, la tomo, tiene el número de piso y de habitación que corresponde a el lugar

_No. _ al fin contesta _  esa es de tu habitación _ señala una puerta tras él con el mismo número de la tarjeta que me dió _ la mia esta en el siguiente piso _ me dice también cuál es su número_ por  si me necesitas, que tengas bonita tarde, Leo.

Veo que entra nuevamente al elevador a paso decidido sin voltear atras. ¿Habitaciones separadas? ¿Por que no me quiero acostar con él?. Medito un rato lo que ha hecho y el por que, doy vueltas por el corredor... Hasta que se me prende el foco. Sí voy a ser una esposa atosigadora, pero si cree que  voy a permitir que no cargue con las consecuencias de este matrimonio, esta bien equivocado. Entro al elevador, al volver a salir busco la habitación que me dijo, al dar con ella golpeo la puerta con toda mi fuerza. Un hombre alto de color que ya recordé que es William habre.

_¿Si señora? _ el hombre se nota confundido.

_¿Donde esta mi marido? _ alzo la voz lo suficiente para que Max me alcance a escuchar.

_Atendiendo una llamada....

No dejo que me termine de decir nada, entro y lo busco hasta que lo veo contemplando la playa por el balcón, con el teléfono al oído y una mano en el bolsillo de su pantalón, se ha quitado el saco y su pelo es revuelto por el viento. Me quedo enbobada de él por un momento, pues aunque ni loca lo dijera en voz alta, debo reconocer que se ve sexy.

_¡Con que habitaciones separadas! _ reacciono unos minutos más tarde.  pongo mis manos en mis caderas.

Se vuelve y frunce el ceño, dice algo en otro idioma y cuelga. Sus ojos otra vez recorren mi cuerpo con apreciasion y pocesividad.

Me enamore de mi marido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora