Destino Retorcido, Destino Inmutable (Traducción)

Cap. 11: Reina de Corazones, parte 1

Las puertas familiares se abren.
Voces angelicales llenan el aire.
El gran salón está lleno, la gente en rojo está parada en líneas perfectas.
Un ángel sin alas vestido de purpura camina por el pasillo hacia el Rey Dorado.
El ángel se arrodilla ante su Rey.

-Por las leyes sagradas que me confieren, os declaro Guinevere, Reina de Camelot.

El Rey coloca una corona de oro sobre la cabeza del ángel.
Mano a mano,
Lado a lado,
El Único y Futuro Rey y la Reina toman sus tronos, vigilando todo.

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Morgana se agitó ligeramente en la cama. Las mantas eran cálidas, la habitación oscura. Fue pacífico.

Hubo un golpe en la puerta. Un ángel caminó a través de ella.

Morgana se sentó, parpadeando ante la persona. Ella se frotó los ojos.

-¿Está todo bien, mi Lady? -Preguntó Guinevere, abriendo las cortinas para que la luz entrara en la habitación.

-Estoy bien, -Sonrió Morgana. -sólo un sueño.

-¿Otro malo?

-No, en realidad. -Dijo Morgana, mirando a su mejor amiga ocuparse de ordenar la habitación. -Uno bueno.

-Eso es bueno.

-¿Has hablado con Arturo recientemente?

-Lo vi ayer en el mercado.

-Debe ser difícil.

-¿Qué cosa? -Preguntó Gwen, prestándole toda su atención a Morgana.

-Ocultar tus sentimientos por Arturo. Ya es bastante difícil para mí esconder mis sentimientos; No puedo imaginar lo que debe ser para ti y para Merlín. -Gwen se sonrojó. -Es una pena que no puedas ser más abierta con tus sentimientos.

-Tal vez un día. -Gwen sonrió con tristeza.

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-¿Qué noticias hay de las fronteras del norte? -Preguntó el Rey a su hijo mientras almorzaba con sus hijos.

-Ha habido una serie de pequeñas escaramuzas.

Gwen alcanzó a servirle a Arturo una bebida; Tocó accidentalmente la mano de Gwen. Morgana y Merlín comparten una mirada mientras Arturo esconde su rostro y Gwen retrae su mano.

-¿Crees que Odín está probando nuestras defensas? -Merlín ocultó una sonrisa cuando Arturo miró a Gwen con admiración, completamente ajeno a lo que estaba pasando. -Arturo, ¿estás escuchando? -Preguntó Uther con severidad.

-¿Qué cosa? -Preguntó Arturo, sentándose y sin demora tirando su taza.

Uther se puso de pie rápidamente para apartarse del líquido ofensivo. -¡¿Qué demonios te pasa?!

Gwen se apresuró a limpiar el desorden; Morgana tuvo que cubrirse la cara con la mano para evitar reírse cuando Merlín se mordió el labio.

Arturo se aclaró la garganta. -Nada. Lo siento. -Se disculpó.

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Kara llevó una canasta por los pasillos y regresó a las habitaciones de Morgana. Ella dobló una esquina; El pasillo estaba vacío. ¿Tal vez Arturo estaba en sus habitaciones? Acercó la oreja a la puerta.

-Ella habla de ti todo el tiempo.

Oh, la Dama Morgana.

-¿Qué dijo ella? -Preguntó la voz del Príncipe.