Destino Retorcido, Destino Inmutable (Traducción)

Cap. 19: La Llegada de Arturo, parte 5

—¿Hermana? —Pregunta Morgause, abriendo la puerta a los aposentos de Morgana.
Morgana no responde; ella está sentada frente a su espejo mientras Gwen cepilla el cabello de Morgana con movimientos cuidadosos.
—Tenemos que hablar.

—¿Sobre qué? —Morgana pregunta secamente.

—Sobre los caballeros.

—¿Qué hay de ellos?

—Necesitas ganar su lealtad. Los habitantes de Camelot admiran a sus preciosos caballeros. Tener un enemigo en los protectores es tener un enemigo en la gente.

—No me importa su lealtad. —Responde Morgana.

Gwen se muerde el interior de la mejilla para evitar hablar.

—Todo lo que me importa es que Uther sufra.

—Al cortar el amor de su pueblo, herirá su orgullo. Y cualquier esperanza que tenga de rescate. —Sonrió Morgause.

Morgana resopló, cerrando los ojos. —Voy a hablar con los caballeros.

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—Hola, Sir León. —Sonrió Morgana, corona sobre su cabeza mientras se quedaba en su trono.

—Lady Morgana.

—Mi título ha cambiado, ya sabes.

León no dijo nada.

—Me duele verte encadenado. —Continuó Morgana. —Siempre has sido tan amable conmigo. Desearía que no me odiaras tan fácilmente.

De nuevo, León no dijo nada.

—Me gustaría que me apoyaras. Podría usar tu ayuda. Arturo fue al que se le enseñó las formas de liderazgo y control. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo. ¿Tú y sus compañeros Caballeros juraran servirme y protegerme?

León suspiró, inclinando la cabeza.

—Has cambiado, Lady Morgana. Mi lealtad es al Rey, no a ti. No hay nada que puedas hacer para cambiar eso.

—Veremos.

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Morgause estaba en el balcón, sus soldados inmortales apuntando ballestas a los caballeros de Camelot. —Te daré una oportunidad más para prometer tu lealtad a mi hermana. Habrá consecuencias si dices que no.

Morgana no estaba a la vista.

Los caballeros estaban en silencio, vacilantes.
Estaban esperando.

Sir León sonrió a Morgause. —¡Larga vida al Rey! —Gritó, y sus compañeros Caballeros le hicieron eco. —¡Larga vida al Rey!

—Tal vez... —Morgause respondió lentamente. —...esto te ayude a cambiar de opinión.

Señaló a sus soldados que atacaran.
Pero no apuntaban a los caballeros.

—¡Noooo!

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—...Hay un túnel debajo de las murallas del norte que nos lleva a solo unos pasos de la entrada a las mazmorras, —Dijo Arturo, rodeado de sus aliados en la mesa de piedra. —estará bien protegido. Entonces, si vamos a sacar a todos, debemos permanecer sin ser observados. No podemos dejar que suenen la alarma.

—Tenemos que sacar la Copa de la Vida. —Agregó Lancelot. —Nos dará una ventaja, si logras liberar a los Caballeros.

Arturo asintió. —Buena idea.