Destino Retorcido, Destino Inmutable (Traducción)

Cap. 22: Fuera

—Arturo. —El hombre se inclinó ante el trono.

—... Tío. —Respondió el Rey Arturo.

—Lamento muchísimo lo de tu padre. —Dijo Agravaine, poniéndose de pie. —he venido a dar mis condolencias y a ofrecerme como ayuda en estos tiempos difíciles.

—¿Ayuda? —Preguntó Arturo, compartiendo una mirada con Merlín que estaba a su derecha. —¿Qué tipo de ayuda?

—Como sabes, me preocupé por ti mientras lloraba a mi difunta hermana. Esperaba, con su permiso, ofrecer mi consejo. Debe ser difícil para un Rey tan joven gobernar sin guía. —Arturo arqueó una ceja. —Solo deseo ayudar.

—¿Qué sabrías sobre liderar un Reino, Lord Agravaine?

—¡Y-yo no sabría! Pero sí sé bastante sobre la administración de una hacienda, que es esencialmente un reino, pero más pequeño. Solo deseo ayudarte Arturo. Y me encantaría conocer al misterioso Emrys. Me gustaría ver al que se rumorea es tan poderoso de primera mano.

—...Claro, —Dijo Arturo, compartiendo otra mirada con Merlín. —vienes aquí, después de la muerte de mi padre, preguntando por mi oído y una reunión con mi brujo. Fuera, Agravaine.

—Pero Arturo...

—Señor para ti, Agravaine. —Corrigió Arturo. —Puedes ser mi tío, pero reconozco a una sanguijuela cuando la veo. Es solo por mi madre que te dejo mantener tu título. Sal. Afuera. Ahora.

—Pero Ar- Señor...

—Morgana, —Dijo Arturo, llamando a su hermana que estaba sentada a la izquierda de Guinevere. —¿Lo harías?

—Con placer. —Sonrió. Con un destello de sus ojos y un gesto de sus manos, las puertas de la sala del trono se abrieron de golpe y Agravaine fue expulsado.

—Eso fue divertido. —Arturo sonrió.

—He querido hacer eso durante años. —Morgana le devolvió la sonrisa. —Me asusta.

Merlín se cruzó de brazos. —Realmente no deberías usar la magia así.

—Fue divertido. —Sonrió Gwen. —¿Viste su cara?

Merlín levantó los brazos en señal de derrota. —No te enojes conmigo cuando regrese para vengarse.

Arturo lo despreció. —¿Agravaine? Por favor, si es lo suficientemente estúpido como para enfrentarse a Camelot, lo detendremos fácilmente.

—Tiene razón, Merlín. Es de mente simple para ser una amenaza.

—Si tú lo dices.