PRÓLOGO

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Creo firmemente que cuando se trata de deseo, cuando se trata de la atracción, que las cosas nunca son blanco y negro, las cosas son tonos muy grises.

Me convertí en una persona fría ante el amor. ¿Por qué? estuve en una relación muy toxica. Al principio todo marchaba bien era la relación más bonita que había tenido, pero no por mucho, el chico con el que salía me prohibía que saliera con mis amigos e incluso con mi familia, no quería que ni siquiera ningún hombre se me acercara, él quería que yo solo fuese suya de él y de nadie más, yo pensaba que él estaba enamorado de mí y que los celos y  toda esas escenas , lo hacía por amor. ¡Pero no!  Una noche decidí ir a su apartamento y caerle de sorpresa para celebrar que ambos,  estábamos cumpliendo 2 años de relación. El en todo el día no me llamo y eso me dolió mucho, ya que el no tuvo la amabilidad de felicitar, ni celebrar los 2 años de relación, por suerte yo tenía la llaves de su apartamento para entrar sin que él se diera cuenta. Cuando entré al apartamento se escuchaban gemidos  que provenían de su dormitorio. En ese momento sentí que me tiraban un balde de agua fría. Tome todo el valor del mundo y abrí la puerta, y efectivamente él estaba con una chica, ambos estaban desnudos, cuándo los vi, me quede pasmada, él se excusó que no era lo que parecía, que ella había llegado a su apartamento, y no recuerdo que más  excusas inventaba. Salí corriendo fuera de ahí. No quería saber nada, nada que se relacionara con él, me sentía destruida, lo amaba perdidamente y todo ese amor se fue a la basura, me sentía sucia porque todo este tiempo el me vio la cara y yo nunca había abierto los ojos, hasta ese entonces.

Un día me pare enfrenté del espejo y vi mi reflejo, donde tenía los ojos hinchados de tanto llorar por casi 3 días, y una cara tan demacrada de no haber dormido en esos días. Y es ahí donde desperté y prometí que jamás me enamoraría, que jamás llegaría a sentir sentimientos por un chico, y que hombre que viera que se sintiera atraído por mí, yo jugaría con él y con la atracción que el sentiría. Porque yo a ellos solo los vería como un juego y nada más. Y que nada y nadie me harían perder mi juego.

El Juego De La Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora