Capítulo 22

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—Ros, no sabes cuánto des...— Arlo intenta decir algo, pero el sonido de la puerta abriéndose hace que lo interrumpa, y hace que nos separemos de inmediato.

— ¡Hola, hola!... ¿Interrumpo algo?— interroga mi madre, dejando las bolsas del súper mercado en la isla de la cocina.

— ¡No!— digo carraspeando un poco. — cariño, ¿pero que te ha sucedido? — habla nuevamente mi madre, y es ahí donde me doy cuenta que se refiere a mi mano que esta vendada.

— ¡Eh!... Me caí de la escaleras y creó que me e zafado la mano. — trate de justificar lo ocurrido, tampoco quería que mi madre armará un drama por culpa de Glenn.

— ¡Omg! ¿Estás bien? ¡Tenemos que llevarte al doctor!

— No, mamá... No es para tanto, estoy bien... ¿No lo notas?— mi madre resoplo antes mi comentario, y no dijo nada al respecto.

— Bueno... Iré a recostarme, creó que en mi habitación tengo un medicamento para calmar el dolor. — digo revoleando mis ojos, aprovechando para observar a Arlo unos segundos, quien solo asiente con la cabeza.

— ¡Esta bien, cariño!— dice, y al mismo tiempo depositando un corto beso en mi frente. — ¡Descansa!

— Bueno Arlo, creo que te quedaras a ayudarme. — escuchó que habla mi madre, a lo que Arlo solo asiente y me ve de reojo que salgo de la cocina. 

Salí de la cocina, y tome rumbo a las escaleras, entre a ni habitación, lanzándome a la cama, boca arriba, me lleve las dos manos a la cabeza, jalándome unos cuantos cabellos, recordando que hoy fue un largo día, primero por ir detrás de Arlo, por su cambio de actitud tan drásticamente, segundo por ver de nuevo al idiota de Glenn y, ya por último estar a solas con Arlo, y besar esos labios que me están volviendo loca. Maldita sea  Rosie, que mierda te está pasando, tú no puedes, ni debes, sentir esto.

— Rosie... ¿puedo pasar? — la voz de Zoe se escucha del otro lado de la puerta. — ¡Adelante! — digo, acomodándome en el respaldar de la cama.

— Me puedes explicar que es lo que paso, con ese tal “Glenn”. — cuestiona Zoe, cruzándose de brazos.

— vaya, los chisme corren rápido. — resoplo, porque me imagino que Arlo ya le contó todo. — ¿te lo dijo Arlo? ¿Verdad?

— No,  Yo lo vi todo... ¿sabes?  Tengo una linda vista hacia la parada de bus.

— Bueno, bueno. Viste todo, pero... como sabes que él se llama Glenn? — Zoe abrió la boca y la cerro al instante, poniéndose nerviosa.

— vamos Zoe, por qué te pones nerviosa, ¿conoces a Glenn?

— ¡No!... No lo conozco... ni se quién es ese tío. — las palabras de Zoe cada vez salen, con temor.

Así que decidí molestarla un poco, tarde o temprano me lo dirá. — Ok, Zoe por que no me cuen... — Zoe se apresuró a interrumpir lo que yo iba a preguntar.  — Rosie la otra vez, comentaste que Arlo no te interesaba... ¿No es así?

— ¡¿si?!  ¿Qué tiene que ver?

— ¿Entonces no estarás celosa, si hoy salimos los cuatro?— cuestiona Zoe.

— ¿cuatro?  No te entiendo, ¿quiénes saldrán? — Por el sonido de su voz, se que no sera una buena idea su respuesta

Zoe me fulmina con la mirada,  pero al final habla. — Rosie eres tonta o qué?...  Arlo, Sophie, tú y yo, iremos a caminar por las hermosas calles de Londres... No te parece una gran idea?

— ¡wowo!  Para... Yo en ningún momento e aceptado salir con ustedes. Aparté no me siento bien, para han dar saliendo. — me acosté nuevamente en mi cama, pero ahora decidí taparme de pies a cabeza.

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