capítulo 4

142 15 1
                                    

Dirigí mi mirada del lado izquierdo y así era... Era la maldita mirada que vi hoy por la mañana, esos ojos azul verdoso, brillante, que al instante te penetraba tu interior, sólo lo mire por cuestiones de milisegundos y puse los ojos en blanco, la verdad no tenía ni la mayor idea de que rayos hacía en este lugar.
Volví mi vista hacía la chica que ya tenía alzada la bandera y lista para dar la orden de salida, la chica no tardó en bajar la mano para indicar, que era hora de iniciar — ¡AHORA! —grito la chica y me dispuse a pisar hasta el fondo el acelerador, en ese momento nada me importaba, sólo que me llegaron a la mente esos ojos azules y es que no tenía duda el era el "tío" nuevo de por aquí, y era a él que le tenía que ganar, divisé por los retrovisores y vi que me venía pisando los talones, no lo permití y acelere un poco más, pero no por mucho porque él ya me había alcanzado de nuevo y esta vez emparejándose a la par mía.

Dirigí la vista así él y le saqué el dedo de en medio, a lo que él me sonrió. — Esa mano no es bien vista por una hermosura como tú. —grito desde el otro lado.

Apreté mi mano en el volante. —Hahaha por dios, vete a la ¡mierda! — le grite.

Su boca se curvó. —oh, no. la que se ira eres tú. Él aceleró en mi nariz. — pero que se creé por tratarme de esa forma. — me las pagarás susurró.

Y es que no iba a permitir que me dijera eso, él se arrepentirá de haberme tratado de esa forma, acelere más y es que para cuándo yo reaccioné él ya me había ganado. — ¡Argh! estaba demasiado furiosa, jamás me habían ganado, yo siempre ganaba. Baje del auto dando un portazo, estaba hecha una furia.
James y David se me acercaron

Arrugue la nariz. —No quiero que me pregunten o hablen al respectó de por qué eh perdido, me vale una... ¡mierda! Lo que digan.

—Rosie, por favor, cálmate es sólo una competencia no pasa nada. — expresa David, quien viene a un lado mío.

Abro los ojos. — ¿Qué?... ¿¡Qué no pasa nada!? — le cuestionó a David, era obvio que me habían humillado.

— No puedo creer que menciones esas palabras  en tu boca. — señalo, poniendo las mano en la frente — sabes... ¿Qué? me iré de aquí. — mi vista viaja en dirección donde se encuentra él celebrando con un chico, bastante simpático, pero no tanto como el de los ojos azules, maldita sea te odió, esto no se quedara así, encontrare la manera en que pagaras por lo que me has hecho. te vas arrepentir por haberme humillado de esa forma. —digo una y otra vez en mi cabeza.

— Rosie, pero ya tranquilizate. Hoy todos iremos a celebrar en el bar de Thomas. — comenta James apareciendo de repente.

— Vamos, nos quedaremos contigo, no sé, yo que tú me pongo ebrio hasta no poder más y olvidar todo lo que ha pasado, vendrá mejores carreras. —habla David.

— ¡Vale!—digo alzando las manos en rendición.

De todos modo sé que mi madre no me esperará, pensará que me quedaré a dormir en casa de Kate, qué más da sí paso todo la noche en el bar el "infierno"

Nos dirigimos al famoso bar de Thomas y me deje llevar por la música que David tenía en su reproductor. De parte de David no comentó nada al respecto de lo que había pasado, y eso se lo agradecí, pues no quería saber nada.

David estacionó el auto enfrente del bar. Baje del auto, no quería espera ningún segundo más, ningún segundo menos. Ya quería olvidar todo lo que había pasado. Habían demasiados ebrio y unos que otros fumando, la mayoría de lo que estaban aquí era los mismo que estaban en la carrera, un chico moreno me saludo levantó su vaso en señal de salud, a lo que yo le regale una sonrisa y emite que igual tenía un vaso.

Me acerque a la barra y tome asiento en una banca que estaba desocupada. — Ros que gusto verte. — saludo Thomas, que en su mano tenía un pedazo de tela con el que limpiaba los vasos de vidrio.

Thomas era un señor ya de edad grande, siempre que venía por aquí me daba buenos consejos, y me contaba historia de su juventud a él lo veía como un padre, siempre estaba en los momentos más difíciles.

Le regalo una sonrisa que mas bien me salio como una mueca. — ¡Hola! Thom... quiero que me des un tragó bien amargó. —digo colocando mis manos en la encimera de la barra.

— ¿Y ahora?... ¿Qué pasó pequeña? —me cuestiona thomas

—Pues hoy no fue un gran día para mí. Eso es lo que pasó.

Hace un pequeño silbido. —Veras... En la vida nunca te irá bien, siempre habrá sus altas y bajos momento, lo único que tienes que hacer, es aprovechar el presente. —me dice thom

—Lo sé. —Digo en casi un susurro.

— Ánimo, te dejó tengo que ir a tender a los demás, como veras no eres la única aquí. —menciona thom dejándome un vaso, lleno de un líquido color cristalino enfrente de mí.

Solo le asiento con la cabeza, y fijo mi mirada en esa agua cristalina que espera ser bebida, no lo pienso ni dos segundos y me tomo de un solo sorbo, dejando un tremendo ardor en la garganta.

—¡wow!... Pero que tenemos aquí... si es la misma señorita con unos excelentes modales.

En ese instante supe de quien provenía esa odiosa voz y claro él tenía que interrumpir mi paz que había conseguido por ese trago amargo, que me había tomado.

— ¿Y es que tú no dejas de seguirme? No te basto con haberme humillado en la carrera. — gruño, poniéndome a la par de él, a un que me rebasaba por dos cabezas, creó... Pero obvio que no me iba dejar intimidarme.

—Me dispuse a irme, pero él me tomo del brazo. — ¡Espera! — ordeno, de teniéndome....   dirigí mi vista en donde él había puesto su mano y di un tirón zafándome de su agarre.

— Creó que no tenemos nada de que hablar. — dije mirándolo a los ojos.

Me di la vuelta dejándolo, completamente sólo. Fui en busca de David, para que me llevará de vuelta a mi casa, no quería estar aquí.

No quería respirar el mismo aire de aquel tipo, que arruinó mi noche.

Holaaa!!!
¿Quiero saber de dónde son?

Comente y voten

Nos vemos en el siguiente cap..

Bye. Besoos😘😘

El Juego De La Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora