capítulo 15

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Llegué a la casa. Después de un largo día, que a la vez creía que nunca iba a terminar. Zoe realmente era una chica muy amable en todos los aspecto pero si qué esa chica era parlanchina.

Después de una ducha, decidí acostarme y quedarme profundamente dormida.

— Rosie, por favor levanté es mi primer día y no quiero llegar tarde. — ciento que alguien tira de mí.

— ¡Por dios! Solo déjame dormir unos cinco minutos más. — dije tapándome con la almohada, para que la luz no me lastimara mis hermosos ojos.

— Oh vamos, ya es tardé, el papel de oso de invierno no te queda. — me destape la cara  y por fin me rendí.

Zoe ya estaba lista.  —Bueno.  Espérame, deja y tomo una ducha.

Me adentre a la ducha y no le tome importancia al agua, pegue un pequeño grito, ya que el agua  estaba fría, tome la toalla y me la enrolle, fui directo al armario para ver la ropa que usaría hoy, escogí unos jeans y un top  ajustado, con tiras cruzadas en el escote, color vino y no podía faltar mi sudadera, ya por último elegí llevar mis tenis para más comodidad.

Baje a la cocina y ya estaba  listo el desayuno.  Desayune lo más rápido que pude.

Zoe tenía su propio auto, por lo tanto ya no tendría problema en seguir  tomando el autobús o pedirle favor a David, a Arlo no me gustaba pedirle favor, ya que él siempre pasaba a buscar a Cooper.

Salimos para subirnos en el auto de Zoe y tomamos caminó para la uní... Zoe se la paso hablando que estaba muy emocionada de su primer día, esta chica sí que está completamente loca, porque yo no me emocionaría para nada.

Llegamos al estacionamiento  para aparcar el auto... —Bueno, que número de casillero te dieron. —  preguntó a Zoe. —506, bloque A, en la segunda planta. — responde Zoe.

— ¡Genial!.. Mi bloque es el 501, eso quiere decir que estas cerca del mío. ¡Vamos!.

— Rosie, te dejó. Iré a buscar mi horario a la dirección... Ya no te quito más tú tiempo. — habla Zoe despidiéndose.

— sí, nos vemos. 

Iba caminando para entrar a la clase de física, cuando ciento que alguien me jala a un cubículo oscuro por lo que veo es el de conserjería, ya que había cosas de limpieza.

— Ros, quiero que me digas que te ha contado Zoe. — habla Arlo muy cerca de mí y agarrándome la barbilla para que lo mire a los ojos.
— En primer lugar suéltame, en segundo no te voy a decir nada. — digo quitándole la mano de mi cara.

Sus ojos perforan los míos, — Solo respóndeme que te contó Zoe.

— Arlo, no voy a decir nada, porque Zoe no me ha contado nada,  entiendes, estas mal de la cabeza.

Hizo una mueca. —Por cierto... Te di una orden y no me hiciste caso. — me reprende

Abro los ojos. — ¡Perdón!, no sé de qué hablas. — me confunde sus cambió de humor tan drástico.

— sí, si lo sabes...te dije que te alejaras de Matt y no me hiciste casó.

— pues tú no me das órdenes, así que suelta me. — digo zafándome de su agarré. — Tengo que ir a clases.

— ¡Tu no irás a ningún lado! — habla Arlo aferrando mi  brazo,
y acorralándome entre la pared y él.

Su rostro está muy cerca del mío, bajo mi vista y me topo con sus labios carnosos y ricos. Pero que mierda estoy pensando... En un momento a otro Arlo se acerca a mí, al principio empieza a darme besos cortos en mis labios, reaccionó y le empiezo a seguir el  ritmó, cada vez el beso se va haciendo más intenso, paso mis manos alrededor de su cuello y juego con su pelo, él aprieta sus manos en mi cintura. Y eso hace que salga un quejido, él aprovecha para que entre su lengua y empiece a explorar mi boca.   Por falta de aire me tu ve que separar de Arlo, era obvio que los dos necesitábamos respirar.

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