capítulo 11

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Les cuento, la noche en que bese a Matt, Arlo salió como loco del bar diciendo que tenía que arreglar unos asuntos de su casa, era obvio que estaba mintiendo, porque ningún constructor te hablaría a media noche. Estaba totalmente idiota si pensaba que le iba a creer eso, pero por lo que vi, sus amigos si.

Llegué a casa y de lo contrario mi madre no estaba al parecer había salido con Jackson, ellos dos, estaban demasiado raros, en fin.

Arlo entro a su habitación y ni siquiera me dirigió la palabra, como si eso me importará, yo igual hice lo mismo.

Ha pasado 4 días sin hablarnos. Hemos chocado en los pasillos pero siempre lo ignoro.

Hoy era viernes, y no tenía ningún plan, así que opté en llamar a Matt, Matt se había comportado lindó toda esta semana, pero la verdad yo no lo veía como algo serio, pero mágicamente Matt me estaba marcando.

— ¡Hola, ros! — habla matt de una manera tímida

— ¡Hola, Matt! ¿Cómo estás? — pregunto

— ¡Bien, bien! ¿Y tú? Ros quería invitarte a salir, no sé qué te parece si vamos por un helado?  Y así platicamos.

— ¡claro!... ¿A qué hora pasaras por mí?

— ¡te veo en 20 minutos! ¿Te parece?

— Si, si. En un momento de envió la dirección. — digo colgado la llamada.

Me dispuse a buscar un atuendo y opté en llevar un top con encaje, color blanco, con unos pantalones vaqueros color negro, súper ajustado  y unas botas negras, me visualizó en el espejo y me veo bien, decido ponerme un poco de maquillaje y llevar el cabello suelto.

Salí de la casa en espera de Matt.

Matt bajo del auto.  — Hola — dice llegando a mi lado y dándome un beso muy cerca de los labios.

— ¡Hola!— digo regalando una sonrisa.

— ¡Joder, te vez hermosa! — habla Matt. — creó que soy el chico muy afortunado de llevar a esta hermosura.

— ¡oh, Matt, no digas eso!

— ¿Nos vamos?— dice Matt abriendo la puerta del auto, — a lo que yo solo asentí con la cabeza.

— ¿Y a qué se debe esta pequeña invitación de ir por un helado? — cuestiono, mientras Matt, entra al auto.

Se ruborizó. — No sé, siento que me pareció una buena idea salir y así poder conocernos mejor. ¿No crees?

— Ahmm sí . ¡Es una buena idea!

Con Matt me la pase muy bien ya eran las nueve de la noche y estaba de nuevo en casa, me sentía un poco cansada. Matt me contó su historia al igual que yo, claro no toda.

Estaba a punto de acostarme y quedarme totalmente dormida, cuándo en eso tocan la puerta. — ¿Quién? — grito desde mi cama.

— Rosie, tú madre me ha mandado a decirte que bajes a cenar, nuestros padres nos tienen una noticia que dar — escuchó al otro lado de la puerta la voz de Arlo.

— Bueno, en un momento bajo. — Después de tantos días, por fin había llegado verle la cara a Arlo.

Salí de mi habitación y me dirigí al comedor. — Creí que no cenarías, por eso estas muy delgada. — burlo mi madre.

— ¡Mamá! No exageres, tampoco es para tanto — respondí.

Sentí la mirada de Arlo, solo me observaba, con una sonrisa en su rostro.

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