Su rostro estaba a pocos centímetros del mío.
—No te equivoques. — susurró y no sé por qué me puse nerviosa al sentir su aliento chocar contra mi rostro. — Sí yo quisiera, una y otra vez de volvería hacer mía como la última vez.
Escuchar esa palabras, completamente me erizó la piel.
— Eres un capullo.
sus ojos brillaron. — ¿Lo notas?— preguntó acercándose a mis labios y sintiendo un bulto bajo su entre pierna
—P.... Para Arlo. — Tartamudeé al sentir el roce de sus labios
— Ros, hija dónde est... — habla mi mamá en el marco de la puerta, nos mira con una cara de asombro.
— ¿Los dos están saliendo ?— una línea apareció entre sus cejas.
—¡NO! — Arlo y yo, contestamos al unísono.
sus ojos se estrecharon. — Creó que no vi nada. — aclara mi madre.
— solo le estaba sacando una basurita del ojo — contesta Arlo para baja la temperatura del incómodo momento.
Mi madre disimula una sonrisa. — Cariño...eh encontrado a Glenn, él te manda saludos y me comento que muy pronto vendrá a visitarnos.
Cuándo mi madre mencionó ese nombre sentí que me habían tirado un baldé de agua fría, odiaba tanto ese nombre a esa persona lo aborrecía, era imposible, él se había ido lejos y a decir verdad no sabía nada de él, mi semblante cambio al instante.
— ¿Te sucede algo?—me interroga Arlo en casi un susurro.
— Estoy bien. — meneo la cabeza. — Me tengo que ir, hoy me espera una carrera — digo tratando de sonar normal.
—Ros, te parece si te llevó, al fin los dos vamos al mismo lugar. — No dije nada y asentí.
Llegué al auto de Arlo y me subí, agradecí en que todo el caminó no dijera ninguna sola palabra.
— Arlo de ten el auto. —ordeno.
sus labios dibujaron una mueca
— ¿Qué pasa?humedeci mis labios. — No, pasa nada, solo que no quiero que me vean llegar contigo y te pido que por ningún motivo te me acerques no quiero que mis amigos mal interpreten las cosas. — el asintió con la cabeza y no dijo nada.
Bajé del auto y él arrancó, estacionándose a unos cuantos metros
Llegué al terreno baldío dónde se hace las carrera y estaba repletó de chicos que hacen apuesta y no solo eso sino que también se divierten. Saqué un manojo de billetes, y lo conté rápidamente, le entregué el dinero a James, él era el que se encargaba.
— ¿Lista?— pregunta David. — siempre cariño. — digo con una sonrisa coqueta.
la esquina de su boca se curvó hacia arriba. — oye, te enteraste que hoy no correrá el nuevo.
—No. ¿Quién es? — preguntó.
— Arlo Burns.
En ese momento me quede asombrada, pero... ¿Por qué? Y más bien a que vino, si no vino a competir.
— ¡oh, bueno! Sus razones tendrá — dije mientras caminaba hacía el auto. Me subí al auto, que el cuál era mi bebé. Espere la señal de la chica con la bandera, pise el acelerador a fondo, sentía como mi cuerpo se inyectaba de adrenalina, en un momento a otro había logrado obtener el primer lugar.
Todos mis amigos y las personas que apostaron estaban súper emocionados, y es que era obvio que esta vez no los iba a defraudar.
— ¡Ros!— Arlo apareció, empujando a unas cuantas personas que impedía el caminó.
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El Juego De La Atracción
Teen FictionUna vez leí está frase: "Si te gusta alguien por su físico, no es amor... es deseo. Si te gusta alguien por su inteligencia, no es amor... es admiración. Si te gusta alguien por su dinero, no es amor... es interés. Pero si no sabes por qué te gusta...