capítulo 12

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Desperté y baje a desayunar.

— ¡Buenos días! — salude.

— ¡Hola!... ros, saldremos de viaje por trabajó, así que Arlo y tú se quedaran en la casa — habló mi madre mientras cocinaba. — Toma asiento, ahora te sirvo. — sugirió mi madre.

Arlo bajó las escaleras, y se sentó sin saludar.

— ¡Y bien! ¿Cuándo se irán?— digo preguntando y ignorando la presencia de Arlo.

— Nos iremos está misma tarde, así que les pido que no hagan desorden y nada de fiestas. ¿Ok?— responde mi madre

— Si— ¿Dónde irán? — pregunta Arlo de repente con una voz fría.

— iremos a Francia. — anuncia mi madre.

Cuando mi mamá salió de la cocina, escucho la voz de Arlo. — ¿Qué te parece si esta misma noche armamos una fiesta?

— ¡Hasta que tienes una excelente idea! — digo inclinándome  ligeramente hacia delante y cruzando los brazos interesada.

Arlo rueda los ojos mostrando una expresión de fastidio, a lo que yo ignoro. — ¡Bien!... Organizaremos está fiesta, después que nuestros padres se vallan. — habla Arlo.

La tarde había transcurrido rápido y por fin había llegado la hora de que mi madre y Jackson se fuera de viaje. Arlo fue a dejar a mi madre y a Jackson al aeropuerto nos despedimos de ellos y después de que nos hicieron prometer que no haríamos ningún tipo de desastres o fiesta, se marcharon.

La verdad no entendía por qué nos hicieron hacer esa promesa si los dos somos unos angelitos, pero bueno.

Arlo se encargó de hacer las compras y yo de llamarles a todas las personas que sea posible.

Ya eran las siete de la tarde y nuestros amigos habían empezado a llegar, la música se escuchaba por todo la casa, luego de quedarme pensando un largo rato. Me prepare para salir, tome una ducha rápida.

Me decido por un vestido color negro que se ciñe en la parte de mi abdomen de tirantes delgado pegado del corsette y suelto de la cadera para abajo, el cual me llega un poco más arriba de la rodilla, unas zapatillas del mismo color.

Elegí dejar mi pelo en pequeñas ondas, delineó mis ojos cuidadosamente, ya que si no terminaría como un mapache,  me pinte los labios de un color rojo. Me veía muy bien.

Abrí la puerta  y se escuchaba más el ruido de la música, caminó por el pasillo para bajar las escaleras,  calculé que había como doscientas personas, creo que hoy sería una gran fiesta y esperó que esto no salga de control.

Creó que Arlo por una vez en su vida, él había hecho un buen trabajo tanto con la luces, como la música. La gente bailaba y el olor de alcohol se sentía por toda la casa, algunas personas eran conocidas y otras no.

Tocaron el timbré y me dirigí para abrir la puerta. — ¡Qué bueno que llegaste Kate! — digo dándole un fuerte abrazo. — ¿Quién es?— preguntó enmarcando una ceja y refiriéndome a la persona que estaban alado de Kate

— Es mi nuevo novio. — dice sin importancia. — oh bueno, está bien, pasen y diviertanse.

Deje a Kate sola y me dirigí al pequeño bar que teníamos. — Quiero un  whisky black & white  con hielo. — grité por la música. Arlo se había encargado de contratar a un personal que estuviera a cargo de la bebidas para que todo estuviera en orden.

— ¡wow! No pensé que tomaras whisky — habla una voz muy familiar en mi oído. 

— ¡Hola para ti matt! — digo sarcásticamente.

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