8

277 30 7
                                    

POV Mel

Escucho incrédula el relato de Hanna, su noche fue sin lugar a dudas la más digna de ser descrita en un libro...

Quién sabe que ocurrirá de ahora en adelante... ¿Cómo demonios hemos llegado a juntarnos de tan extraña manera con los dos miembros de la banda? Vinimos aquí con intenciones de disfrutar un concierto, y resulta que aparte de ver otro, aunque sea un ensayo, hemos conocido de una manera casi íntima a nuestros ídolos.

Después de contarle mi aventura con Till a Hanna (La cual se quedó boquiabierta por oir tal historia) procedí a describirle el plan del miércoles.

- ¿En serio nos invitó?- chilló eufórica.

- Si...- digo mientras me incorporo de la cama para vestirme.

Ella se queda unos segundos más sentada.

-Y... ¿Cómo actuaremos? Es decir... Después de todo.

Río con nerviosismo, no lo sabía, es decir, ciertamente las cosas se han tensado con lo que respecta a ellos, pero es inevitable, siguen formando parte de mi banda favorita, y no voy a renunciar a tal oportunidad por lo que pasó esa noche.

-Alomejor sólo nos invitaron como fans, para verlos y ya...- digo esperanzada.

-Permíteme dudarlo...- ríe haciendo un ángel en la cama como si las sábanas fueran nieve.

- Te lo permito- río.

Me dirijo al armario para sacar algo de ropa.

- ¿Qué hacemos hoy?- pregunta.

Yo la miro con perversión.

- Estamos en Barcelona ¡Hay mucho que hacer!
=============

12:00 am

Hana y yo caminábamos por las calles de la ciudad sin rumbo fijo, simplemente queríamos ser guiadas por nuestro inconscie hacia algún lugar que llene las dudas que habitan nuestro confundido cerebro.

No hablábamos, ya todo estaba dicho, lo único que hacíamos era debatirnos continuamente en que si lo que hacíamos realmente entraba dentro de nuestros planes desde el principio.

Muchos dicen que el futuro está escrito, ¿es eso cierto? Si el mío estuviera escrito, el autor del mismo fumó un porro antes de escribir esta parte, esa podría ser una explicación, una para nada seria obviamente.

Pero... realmente, ¿qué tengo yo que no tengan otras chicas para que Till hiciera eso ayer? ¿Tan previsible fui? Es decir... mis ganas de tenerlo son más que obvias, pero lo que menos quiero es que alguien que no sea Hanna sepa mi deseo hacia él.

Él es famoso, y como tal carece de compromisos en lo que a amor se refiere, el amor distrae y en su profesión no se puede permitir tales divagaciones...

Mi corazón está condenado a romperse si sigo soñando, si sigo pensando que él puede acercarse a mí con otras intenciones que no sean las de ídolo- fan.

Lo más sensato es seguir viendolo como el cantante de mi banda favorita, no como algo más.

Sólo tengo que sopesar la idea, y creerla.

Dos horas horas después, tras haber visitado algunos lugares de interés en la ciudad, Hanna y yo decidimos ir a comer a algún lugar no demasiado caro.

EphemeralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora