Capítulo 39

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La baja temperatura de Seúl a esa hora de la tarde es ideal para acurrucarse bajo las frazadas de la cama, y eso es exactamente lo que ellos están haciendo. No hay afán, ni pensamientos en torno a la próxima actividad. Solo son los dos, abrazados el uno al otro, respirando profunda y tranquilamente. La mano ajena sobre su cabello lo reconforta, peina las hebras de manera paciente y lo hace sentir ligeramente adormilado. No lo consigue, sin embargo. Los pensamientos que han estado rondado por su cabeza no lo dejan y lo obligan a hablar, a decir algo al respecto.

─¿Tae?

─Mmm

─No puedo dormir.

Jungkook puede sentirlo removerse en la cama antes de que un beso suave sea depositado en su hombro desnudo.

─¿Qué sucede? ─pregunta con la voz ronca y grave.

─Yo... creo que no tiene importancia.

No quiere agobiarlo con el tema, no de nuevo. El castaño se ha esforzado por no hablarlo demasiado mientras están juntos, pero no es bueno callando las cosas, menos con las personas con las que tiene mucha confianza. Se pregunta si Taehyung alguna vez se sorprendió cuando al formalizar la relación, él se convirtió en un hablador, en un completo parlanchín.

─¿Estás pensando de nuevo en eso? ─pregunta el rubio. Su dedo índice halla su mejilla y comienza a trazar pequeños círculos en ella.

─¿Estoy siendo muy tonto por hacerlo? ─Es una suerte que las luces del apartamento estén apagadas, porque de lo contrario, el otro vería su rostro sonrojado.

─No lo creo ─susurra─. Yo también he pensado en ello.

Ellos se ríen suavemente, todavía abrazados al otro y se las arreglan para besarse a través de la oscuridad.

─¿Por qué? ─cuestiona nuevamente, esta vez llevando una mano hasta la cintura ajena. La piel desnuda de la zona es suave y tibia, así que Jungkook la frota con sus palmas. Está casi seguro de que cerca de allí hay un lunar, pero no puede corroborarlo ahora.

─Has hablado tanto del tema que siento que sueño con eso.

Ha sido una broma, lo sabe porque el tono de voz que ha empleado su novio es el que siempre usa cuando quiere molestarlo. Sin embargo, Jungkook no puede evitar sentirse avergonzado por ello.

─Lo siento, solo estoy preocupado por lo que pueda pasar.

Taehyung se ríe por lo bajo y lo atrae en un abrazo más estrecho. Sus labios lo encuentran de nuevo y esta vez ellos se besan durante más tiempo.

─Creo que es perfectamente normal. Es tu mejor amigo, lo amas y es apenas justo que quieras lo mejor para él.

Jungkook sabe que es un punto válido, pero desconoce qué implica eso último: el querer lo mejor para el otro.

─¿Tú...tú crees que Jin...? ─pregunta, pero se detiene cuando se da cuenta de que mencionar la posibilidad no lo hace sentir bien.

─No tengo ni la menor idea ─responde, claramente enterado de lo que quiso decir─. No hay forma de saberlo.

Le duele conformarse con la veracidad de eso último. Jin es su mejor amigo, pero eso no ha sido suficiente en el último tiempo, no cuando el azabache se ha empeñado en alejarse, en dejar de hacerle saber cosas de su vida de las que antes estaba al tanto.

─Se ha empeñado en rechazar todas mis invitaciones. Ya ni siquiera tenemos un día de películas.

Taehyung asiente, pero la expresión que se dibuja en su rostro lo hace lucir pensativo. Probablemente porque él está pensando en algo y no tarda en comunicárselo a su pareja.

Las flores del cuarto piso - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora