Ha sido invitado. Él, Jeon Jungkook ha sido invitado a una fiesta por Taehyung. El panfleto que el chico dejó en el bolsillo de su uniforme fue una sorpresa. Lo fue mucho más cuando el rubio le susurró un suave "espero verte allá", acompañado de su bonita sonrisa.
«Es una tonta fiesta», piensa cuando observa la ciudad a través de la ventana. Jin está a su lado, claro que lo está. Su amigo jamás lo hubiera dejado asistir solo a un evento así, y más si allí va a estar el chico que le gusta.
—Por favor dime que no estás nervioso —dice Jin.
—No... —miente, aferrándose a la tela del pantalón.
Ha estado nervioso desde que se levantó en la mañana y supo que iría a la fiesta. Estuvo nervioso cuando se probó más de cinco camisas distintas frente al espejo. Está nervioso ahora, cuando sólo faltan algunas manzanas para llegar al sitio.
—Es aquí —menciona el conductor.
Es suficiente para que el mayor tome el dinero de su cazadora y le pague al hombre por el trayecto. Ellos se bajan del auto, estrechando su ropa al notar el frío de la noche y observan con ojos expectantes el lugar. El nombre del establecimiento resalta en letras neón sobre la puerta, que es custodiada por dos hombres que claramente los sobrepasan en altura.
Sus pasos son cautelosos cuando finalmente llegan hasta la entrada, pero uno de los hombres los detiene con el brazo. Su rostro es impasible, casi enojado cuando los observa detenidamente.
—¿Entrada? —pregunta con la voz más grave que Jin ha escuchado jamás.
—Yo... nosotros —comienza a decir el menor, intentado construir una excusa viable.
Es una suerte que una figura conocida emerja de entre la oscuridad del recibidor. Jungkook no sabe si sentirse aliviado o mucho más nervioso que antes.
—Está bien —dice Taehyung con una sonrisa. El chico está vestido de negro de pies a cabeza, con un aura misteriosa que le resulta fascinante—. Son amigos y vienen conmigo.
El hombre asiente antes de retirar el brazo y dejar que ambos entren tras el rubio. A pesar de que está esforzándose por mantener la compostura, Junkook está nervioso por la presencia del otro. Mientras caminan, sus ojos se posan en la figura esbelta de Taehyung, que comienza a ser iluminada por luces de colores mientras comienzan a avanzar por el lugar. Incluso de espaldas, sigue siendo precioso. Es uno de los hombres más hermosos que ha visto en su vida.
El tacto de su amigo también está allí para recordarle que debe comportarse. Es bueno, es muchísimo mejor que la soledad. Luego de un largo camino entre una multitud considerable, parejas bailando y música alegre, finalmente ellos se detienen frente a una mesa en dónde hay otro chico de cabello rojo que los observa con curiosidad.
—Él es Hoseok —interviene Taehyung señalando al chico de sonrisa contagiosa—. Jungkook y Jin.
—Hey —saluda enérgicamente—. ¿Qué van a tomar?
Su postura es amable cuando palmea el sillón para que ambos puedan sentarse. Es una completa tontería, pero Jungkook no se pierde el modo en que Taehyung se sienta muy cerca de Hoseok, que corresponde la cercanía con una mano en la cintura del rubio.
—Sí, gracias. Cualquier cosa está bien para nosotros —responde Jin amablemente, antes de girarse hacia él disimuladamente para susurrar algo que solo los dos escuchan—. Necesitas dejar de mirarlo como si quisieras devorarlo.
Es una advertencia con sentido, pero el menor no puede evitar sonrojarse cuando su amigo le dice eso.
Taehyung hace alguna señal con la mano que no tiene mucha importancia para él, y acto seguido un hombre se acerca para depositar dos cervezas en la mesa del frente. Jin es el primero en tomar un trago y anima al más pequeño a que haga lo mismo. Jungkook jamás ha sido demasiado fanático de ello, pero se esfuerza por relajarse en torno a la situación, por propiciar un ambiente agradable.
ESTÁS LEYENDO
Las flores del cuarto piso - Namjin
Fiksi PenggemarJin es un joven mesero de 25 años que ha mantenido encuentros nocturnos desde hace algunos meses con su vecino del cuarto piso que es florista, y cuyo nombre es Namjoon. Jin sueña con flores en forma de regalo, pero anhela muchísimo más que su amor...