6: Un amigo.

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Playlist #4: ♪♩"Fast Car, de Tracy Chapman" ♪♩

(...)

Al día siguiente, estuve enojado todo el tiempo.

Me molestaba el sonido del metro, el sonido de la gente. Me irritaba el sonido de las aulas llenas y lo incómodo que era mi pupitre en la escuela. Odié el desayuno y rompí cada punta de lápiz que use ese día. Maldita sea.

Incluso me dieron ganas de llorar cuando vi al vecino al final del pasillo. Lo miré expectante durante segundos y segundos. Él nunca miró en mi dirección.

Idiota.

(...)

La pick up azul del vecino estuvo aparcada frente a su cochera cada día. Salía en las mañanas para ir a la escuela y volvía antes de que yo lo hiciera en el transporte público.

Siempre resoplaba cuando miraba por la ventana y él estaba estudiando en la parte de atrás, resolviendo la tarea de química desinteresadamente mientras golpeaba sus desgastadas botas al ritmo de la música en sus audífonos.

Habría días en los que no vería esa camioneta al regresar de la escuela y llegaría más tarde, aparcando ruidosamente y saliendo del vehículo junto a un pequeño niño que vivía con él, siempre cargando algunas bolsas del supermercado, a veces llevando barquillos de helado y una que otra vez, lo escucharía reír mientras correteaba al crío hasta dentro de casa.

(Por lo que había oído de mi madre, era su hermano. Aunque lo cual no era un gran misterio, ya que el niño se parecía tremendamente a él. A excepción del cabello, pues el del niño era de un rubio más amarillento y sobre todo un poco rizado. El del vecino no, ese era platino.)

Había noches en las que oiría como la camioneta saldría a plena madrugada y luego volvería con premura con alguna bolsa de la farmacia...

Yo haría mis teorías.

Algunas involucraban a su hermano, otras a su madre. También pensaba en que se drogaba... pero solo eran suposiciones. De todas formas, él y yo nunca íbamos a ser amigos.

Nunca me miraba en la escuela y yo me esforzaba por no mirarlo desde mi ventana.

(Siempre fallaba.)

(...)

Una tarde, calculo que sería un mes después de nuestra primera interacción, me encontraba completamente solo en casa. Había finalizado los deberes minutos atrás y miraba al techo mientras se reproducía "I Write Sins Not Tragedies" desde mi pequeño estéreo de mi habitación y yo movía la boca como si fuera el intérprete de la canción.

El sol de media tarde entraba por mi ventana y la fresca brisa otoñal hacía que los pósters colgados en mi pared, se ondearan a pesar de las tachuelas que los sujetaban en cada esquina. Olía a otoño, se sentía como Halloween incluso cuando faltaban algunas semanas. Decidí que podría ponerme a pintar inspirándome en las hojas quemadas de los árboles de los suburbios.

Así que me puse de pie a mitad de un coro, y dramáticamente caminé por la habitación, bailando tontamente mientras cantaba entre susurros y me acercaba al mueble donde guardaba todos mis lienzos y pinceles. Rebusqué y puse todo lo que necesitaría sobre el escritorio manchado de pintura, tinta y manchas permanentes de aguarrás.

Cuando busque entre mis pinturas, a mitad de la parte más intensa de la canción, (aún cantando, aún bailando) me detuve de golpe; no tenía muchos tonos. Miraba los tubos de acrílico vacíos ante mi como si fuera un insulto.

Y ahí estaba, el destino otra vez jodiendo mis planes para hacerme infeliz una vez más.

Tendría que salir a por más.

LONDON  [New York Pluss]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora