LONDON [New York Pluss]

9: Viviendo en una plegaria.

Playlist #6: ♪♩"Living On A Prayer, Bon Jovi" ♪♩

(...)

-Auch.

Me quejé cuando me raspé con el filo de mi lienzo, causándome un línea roja en el brazo derecho que no sangraba, pero ardía.

Y es que esta última pintura era grande, unos noventa centímetros de largo y sesenta de ancho; cargarla no era tarea fácil, pero claro, cuando pintaba con la gran brocha, bien me sentía yo trabajando con parsimonia y dejando detalles en cada parte de la manta tensada. Pero claro, el hecho de tener que transportarla de mi casa a la academia de arte era toda una jodida pesadilla.

Tuve que bajarla y descansarla en el suelo porque simplemente no era tan fuerte para cargarla por más de seis metros. Mis compañeros de clase salían sin preocupaciones, y las chicas omega tenían a sus fuertes hermanos alfa o a sus padres para ayudarlas, pero claro, yo había sido el único idiota que había preferido usar un lienzo tan grande.

-Louis ¿necesitas ayuda? -mi profesor de pintura era un robusto hombre de barba abundante. Era un gran profesor y era muy bueno conmigo, nunca le importó en lo más mínimo el que yo fuera un omega.

-No, señor, estoy bien.

- ¿Vas a llevarte eso tú solo? Sabes que puedes dejarla en el taller, puedes terminarla la siguiente clase.

- ¿Y esperar todo el fin de semana? Ni hablar, tengo que llevármela a casa.

Se rió abiertamente.

-Bien, pues ten mucho cuidado, nos vemos el martes.

-Si, adiós.

Despedí al profesor con un saludo de mano y suspiré mientras me proponía a alzar el lienzo una vez más, caminé por otros tres metros y la sentí resbalarse por mis dedos; tuve que bajarla de inmediato para que no se me cayera estrepitosamente.

-Eres demasiado patético ¿te lo he dicho antes?

Alcé la vista para verlo en la entrada, con su abrigo y su bufanda azul tapando su cuello. El cabello platino le caía en uno de sus ojos levemente, su nariz estaba rojiza por el frío, y sus labios rojizos y entreabiertos.

-Idiota ¡ayúdame! Y si, me lo has dicho antes, por eso te tengo, para que no me dejes ser patético enfrente del mundo. -dije estresado, mientras él se reía y caminaba hasta mi para cargar el lienzo como si fuera solo un pedazo de plástico. Bufé en voz alta.

Salimos de la academia de arte, conmigo despidiéndome del recepcionista y caminando por el estacionamiento vacío hasta la vieja pick up azul. Christopher tenía ya la funda para mis lienzos atrás, así que se la puso a mi cuadro mientras yo entraba corriendo hasta el asiento de copiloto para evitar el frío. Era otoño, pero eso año estaba helando de verdad antes de tiempo. Cerré de un portazo y me crucé de brazos para mantenerme cálido, pero bien pareció como si estuviera enojado.

Chris dejó la pintura en la parte trasera de la camioneta y luego se apresuró a entrar en la pick up. No encendió el motor enseguida.

- ¿Qué? ¿Estás enojado, otra vez?

No, no lo estaba, pero a veces me gustaba hacerle el teatrito.

-No. -contesté de forma chula mientras evitaba mirarlo y veía por la ventana. El cielo oscuro tintaba las calles de Londres.

-Louis.

Reprimí una sonrisa.

-Maldita sea, estas demente. -dijo entonces, grosero, mientras prendía la radio y encendía la camioneta. Yo intenté con todas mis fuerzas no reír. Aunque no pude evitar que un calorcito entrañable recorriera mi pecho debido a que a Chris le estresaba que yo estuviera "enojado", pero lo cierto es que no lo estaba.