Playlist #5: ♪♩"Roman Holliday, Halsey" ♪♩(...)
Había llegado el final de mi primer año en el instituto. Yo había cumplido dieciséis en diciembre y ya era junio, con días soleados y lejos del frío abrazador del último invierno. Los pájaros cantaban cada mañana y los tímidos rayos de sol atravesaban las persianas americanas de mi habitación. La calma en las mañanas era levemente respetada en los barrios de los suburbios de Londres, hasta que fuera el momento del desayuno en casa; pues las vacaciones de verano indicaban que nadie debía ir a la escuela y aunque mamá siguiera yendo a trabajar, tenía tiempo de hacernos de comer antes de marcharse y sentarse medio tiempo a desayunar junto a sus hijos.
Ella gritaba "¡niños, la comida!" Y pronto tenía a cinco niños corriendo escaleras abajo para sentarse al comedor.
(Aquella semana estábamos todos en casa. Tendríamos a mis hermanas mandando textos infinitos en sus teléfono nuevo que Mark les había comprado por sus cumpleaños. A las gemelas de cuatro de años, jugueteando con la comida. Yo, por el contrario, había dejado de ser el chico callado y emo por la vida.
Mamá y mis hermanas lo notaron a sobremanera y parecían estar encantadas con ello. Ahora saludaba a todas por las mañanas y comentaba en los desayunos. Incluso hablaba con Daniel ahora, el novio de mamá. Quien nunca fue un mal tipo, solo que carecía de relación con él. Mi madre, más que todos, sabía porque ahora yo me abría más y con felicidad, como si volviera a ser el niño que era cuando vivíamos con la abuela; sabía que se debía el atractivo chico de pelo platino que vivía enfrente, ella solo... lo sabía. Y honestamente agradezco que nunca me hiciera una pregunta.
Luego terminaría el desayuno y cada quien haría su labor designada; desde levantar los platos, lavarlos o limpiar la mesa. Luego podríamos hacer lo que quisiéramos. Yo, en mi caso. Tomaría mi mochila y vería a Christopher quien me esperaba con su camioneta encendida, listo para la aventura que tuviéramos ese día.
No faltó mucho para que consiguiéramos un trabajo de verano. Pues la gasolina de su Pick Up no se pagaba sola y yo había tenido la idea de inscribirme a una escuela de pintura en el centro para mejorar mis habilidades. Era un pequeño taller y solo daban clases dos días a la semana, pero me valía. Y yo tenía ganas de regresar a una escuela de esas como cuando era niño.
Conseguimos empleos en el centro comercial. Chris fue lavaplatos en un restaurante y yo conseguí un trabajo de cajero en una tienda de lociones. Ambos teníamos un horario bastante bien coordinado. Solo que él entraba una hora después y yo salía una hora antes. No importaba, él me iba a dejar al centro comercial mientras él dormitaba en su camioneta o se paseaba por ahí hasta que fuera su hora de entrar. Y yo lo esperaba en una cafetería, dibujando mientras él llegara para irnos finalmente a casa.
A veces traía sobras consigo de lo que fuera que hubieran servido ese día, y comíamos como siempre en la camioneta aparcada en algún lugar de la ciudad. Ya fuera en casa, o en aquella desviación de la carretera que habíamos tomado ya como nuestra.
Hubo un fin de semana largo. A mamá se le ocurrió salir de vacaciones y aunque claro que yo tenía que ir, por primera vez decidí salirme del plan y pedirle que me dejara quedar en casa. Supongo que tenía dos opciones, salir de vacaciones a un parque acuático con mis cuatro hermanas, entre toneladas de bloqueador solar, quemaduras del sol o, quedarme en casa, saliendo con Christopher cada día.
Mamá me miro con los ojos entrecerrados cuando se lo dije. Supongo que no sabía cómo reaccionar conmigo. Yo nunca había tenido amigos antes. No es como si fuera a hacer una fiesta en esos días. O peor, no es como si fuera a fugarme a un lado. Pero lo cierto es que no pensé que hablaría conmigo por primera vez sobre que si tenía algo con Christopher, de repente interrogándome en mi habitación, la noche antes que se fueran de vacaciones, preguntándome si nos estábamos "protegiendo" y obteniendo un salvaje sonrojo en mi cara.

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LONDON [New York Pluss]
FanfictionLondon es el libro adicional de New York, en donde nos cuentan una pequeña (gran) biografía sobre Louis Tomlinson, un chico roto y golpeado por la vida tantas veces, que teme haber perdido la capacidad de sanar. En esta serie de relatos, Louis n...