LONDON [New York Pluss]

1: Mark.

Playlist #1: ♪♩"En mi, No En Ti, de Vazquez Sounds" ♪♩

**Corresponde al capítulo "19: No te rompas la espalda por mi" de New York.**

(...)

Desde que nací recuerdo no haberme sentido plenamente feliz.

La felicidad era como mirar una estrella fugaz cruzar por el cielo: inesperada y especial, nunca durando demasiado, pero grata de ver al menos por unos segundos. Al final del día, siempre era lo mismo, problemas en casa, problemas conmigo, problemas con todo.

Y a mi nunca me gustaron los problemas.

Siempre me pregunté, que hubiera sido de mi, si me hubiera tocado otra vida. Si hubiera tenido otros padres, otros hermanos o incluso, si yo hubiera sido otra persona. Me pasaba horas preguntándomelo, ideando incluso, una vida que nunca me pertenecería. Pero siempre había un alfiler listo para romper mi burbuja y tráerme de regreso.

Y bueno, aquí estoy yo.

Sin capas, ni máscaras. Yo y solamente yo en todo mi esplendor, mirándome al espejo sin maquillaje o antifaz. Esta es mi vida y así es como fue, es y será para siempre.

(...)

Todo comenzó con una pareja.

Según mi madre, conoció a mi padre a mitad de la universidad. Mark Tomlinson, un joven alfa de ojos azules y atractivo especial. Era del tipo que cada madre de una preciosa omega, quería ver a su hija emparejada de, casada con o incluso mordida por. Mi abuela lo reconoce. Mark se había graduado para cuando conoció a mamá, Johanna Poulston; una chica omega tierna y divertida que sonreía con amor infinito al alfa que se había robado su corazón.

Mamá me dijo una vez que lo amó con todo su corazón, ahí cuando eran jóvenes... ella era solo una chica, y habría recorrido cada centímetro de la tierra por mi padre. A mi siempre me incomodó eso, porque yo nunca lo amé, o eso creo... pero aún no llegamos a eso.

En fin, mis padres estaban "muy enamorados" para el momento en el que se casaron.

Mark mordió a mi madre en la noche de bodas y desde ahí se juraron un "para siempre", ansiosos de recorrer la eternidad tomados de las manos...

No estoy seguro de si mi padre amó a mi madre al menos una cuarta parte de lo que mamá lo amó a él, tal vez alguna vez, tal vez nunca. Pero de alguna forma, casarse con ella y marcarla fue la manera de hacerse creer a sí mismo que ellos estaban hechos el uno para el otro.

(...)

Bien... yo nací dos años después de que se casaran. Para eso, mi padre ya trabajaba mucho, era contador en una empresa a la que iba al menos doce horas al día. Pero el sueldo era bueno, muy bueno.

Cuando mi madre se enteró que yo vendría al mundo, se puso tremendamente feliz. Ella vivía en un mundo color de rosa... el esposo perfecto, la casa perfecta y la vida perfecta de una omega que cree que su alfa la adora y ella solo tenía amor de sobra para regalar.

Mi madre tenía la gran esperanza de recibir un hijo al qué criar para convertir en un gran hombre como su padre. Sin embargo, no sabía que Mark salía temprano del trabajo y se iba a beber con sus amigos a un casino. Apostando el dinero de sobra y alejándose poco a poco de su omega embarazada. Y, para mejorar las cosas, mi madre entró en labor una tarde al hacer la cena. Cuando acaba de cumplir el séptimo mes de embarazo... lo cual no era buena señal. Por lo que llamó a un taxi y se fue sola al hospital ya que mi querido padre no contestaba al teléfono.