LONDON [New York Pluss]

4: Christopher.

Playlist #3: ♪♩"Mine, Taylor Swift" ♪♩

**Corresponde al capítulo "27:Amor Insuficiente." De New York.**

El verano después de mi primer año en el instituto fue como tener que inalahar después de aguantar la respiración por horas.

Habia sido un año duro.

En realidad, hasta ahora, habia sido una vida dura, para solo un chico despreciado, débil y con muy baja autoestima. Además, claro, del hecho que era un omega y era un chico, así que, una estabilidad emocional, era solo la primera en la lista de las cosas inalcanzables para mi.

La pérdida de Robert y el reciente odio de mi padre una vez más en mi vida me había llevado al límite. Estaba ahogándome en un vaso casi lleno, casi, y me preguntaba constantemente qué sería lo que desbordaría ese vaso;

Y bueno, es que mi padre, Mark, aquel hombre al que yo nunca habia amado, reafirmó su papel en mi vida el día en que mi madre se reunió con él después de mi cumpleaños dieciséis para hablar de mi futuro.

Y creo que todos sabemos lo agobiante que es eso.

No solo porque una charla completamente sobre ti es incómodo , (si hay una persona aquí que goce de eso, felicidades.) Y mucho mas cuando tú estás ahí enfrente. También está el hecho de que acabas de llegar a un punto en tu vida, en donde acabas de salir de una etapa de cambios; en dónde no tienes idea de quién eres y en dónde estás, y porqué estás haciendo lo que haces y cuando dejarás de hacerte todas esas preguntas, mejor conocido como: adolescencia.

Sencillamente yo me sentía así, sin mas, y no podía entender como es que le preguntaban a una persona qué quería hacer con el resto de su vida, si apenas estaba aprendiendo a vivirla.

Me parecía lo más ilógico.

Y lo más agobiante, y humillante... del mundo.

Aunque es justo decir que si tenía una idea en mente; un boceto de un sueño que se dibujaba en mi cabeza en colores y en trazos rápidos y expresivos. La idea de perseguir una meta que me había propuesto desde niño, y, que si Mark hubiera puesto al menos un poco de atención, sabría. Pero claro que fue una revelación trascendental para él cuando mi madre le contó que quería convertirme en artista.

Fue uno de los momentos más eternos de mi vida.

Las ideas eran academias de artes, becas universitarias y posibles mudanzas, pero Mark estaba en negación. No quería que "perdiera mi tiempo" y en su lugar estaba dispuesto a obligarme a estudiar contaduría o administración, algo en lo que él pudiera conseguirme un empleo para la empresa en la que él ya era un ejecutivo.

Yo odiaba a los numeros y odiaba a mi padre, aunque fue una sorpresa que el intentara ayudarme por primera vez en la vida en algo.

Sin embargo, yo rechacé su oferta desde que salió de sus labios. Me miró por tres segundos antes de apartar la mirada sin fulminarme por primera vez desde que habíamos llegado a hablar con él.

"¡Va a echar su vida por el desagüe, Johanna!" gritó, dirigiéndose a mi madre y usando su voz de alfa. Ambos nos encogimos sobre nuestro asiento. Puede que él ya no fuera la pareja de mi madre, puede que incluso ya no se sintiera como mi padre, pero era un alfa, y nosotros, un par de omegas.

Aunque, mi mamá apretó la mandíbula, tragó saliva y se irguió con fuerza. Negó con la cabeza.

"No Mark, solo porque tú no confíes en él, no significa que vaya a fracasar." Intentó decir lo más fuerte y seria que pudo, recuperándose de sus instintos que le gritaban que se quedara callada y dejara de enfrentarse a un alfa.