✘VIOLENTOMETRO✘ Frededdy 🤐 (EDITANDOX2)

Nivel 24: Violación

Todo estaba completamente oscuro. De fondo solo lograba apreciar el sonido de la lluvia cayendo con fuerza mientras caía uno que otro trueno y la habitación era inundada con flashazos que daban los rayos iluminando la habitación por fracción de segundos.

Abrazaba con fuerza la manta que tenía al lado mientras mis pupilas se dilataban tratando de ver mejor en la oscuridad.

Un nuevo rayo ilumino la habitación y puede apreciar su silueta recargada en el marco de la puerta. Me incorpore sentándome en la cama mientras él se acerba a mí.

Tomo mi cara entre sus manos, trataba de no temblar ante su tacto. Mis pupilas seguían dilatadas solo que ahora era más por miedo que por otra cosa. Acerco su rostro al mío – Deja de mirarme así pequeña escoria – el fuerte aroma del alcohol inundo mis fosas nasales y el estómago se me revolvió, de nuevo había bebido, además su voz estaba ligeramente distorsionada por los efectos del alcohol.

– ¿Has vuelto a beber? – Pregunte con cierto nerviosismo en mi voz – debes dejarlo, te hará daño ¿Si? –

El me dio una fuerte bofetada haciéndome caer en la cama de lado.

– ¡Cállate! Joder, haces que me duela la cabeza –

La cara me dolía, recordé que no debo hacerlo enojar cuando está en ese estado, y lo recordé a la mala.
Fred despertó incorporándose de golpe en la cama, tenía el rostro pálido y sudaba frio. Jadeaba tratando de recuperar el aliento.

Empujo mi hombro haciéndome quedar boca abajo, jalo mis cabellos para levantarme un poco – ¡Eres un maldito hijo de puta! – Me grito al oído haciéndome estremecer – ¡Bastardo! – me arrojo de nuevo a la cama boca abajo. Escuche el sonido de su cinturón siendo desabrochado no quería moverme, estaba aterrado. Esperaba los azotes que me daría con aquel objeto mientras mordía mi labio inferior maldiciendo mi vida y mi existencia.

Pero el golpe jamás llego. En vez de eso tomo mis brazos y los coloco en mi espalda impidiendo que me moviera. El miedo aumento cuando su mano libre alzo mi cadera haciéndome quedar arrodillado con el pecho pegado al colchón. Entre en pánico cuando sentí que baja el pantalón de mi pijama junto con mis boxers.

– E-Espera ¿qué haces? ¡D-Detente! –

– Voy a enseñarte quien manda... puta barata –

Sin aviso, sin advertencia, sin compasión. Él me penetro de una. Di un grito muy alto, pero él lo callo aplastando mi cara contra la cama y sin espera comenzó a moverse con brusquedad.

Sentía mi cadera partirse en dos y un fuerte ardor en mi parte trasera. No dejaba de llorar y rogar que se detuviera. Pero al estar mi cara contra el colchón mis gritos eran ahogados. Y cada vez me era más difícil respirar, me sentía sofocado.

Deseaba que terminara muriendo asfixiado pero mi suerte no era tan buena.

Después de un rato paro y sentí que en mi interior era liberado un líquido espeso y caliente. Hacía que mi interior ardiera horriblemente.

Acaricio mis cabellos – Eres un buen chico – susurro en mi oído.

Despertó de golpe.

Miro a su alrededor y detuvo su vista en el pequeño castaño que dormía al lado suyo. Entonces recordó que estaba en casa de Freddy. Lo miro y sus ojos se llenaron de lágrimas formando una mueca de tristeza en su rostro.

Abrazo al menor con fuerza volviendo a acostarse y hundió su cabeza en la espalda del castaño, aquella acción despertó al menor.

– ¿Fred?... – se tallaba un ojo para después bostezar – ¿A qué hora regresaste? – El azabache aumento la fuerza del abrazo y unos pocos sollozos escaparon de su boca – ¿Estas bien? –

–...Me odio... – su voz sonaba quebrada

– No digas eso... ¿Tuviste una pesadilla? – el azabache asintió y Freddy giro para corresponder su abrazo de frente. Le dio un beso en la frente y acurruco entre sus brazos para que volvieran a dormir. Fred suspiro, después de todo las pesadillas son solo sueños.

Pero había algo que Fred no le había dicho.

Hace mucho que el dejo de tener sueños al dormir. Su mente quedaba en blanco o...era inundada de recuerdo.

Recuerdos muy dolorosos y amargos.

Ary...

¡¡¡Dos niveles  más!!!