Nivel 25: Mutilar

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El azabache tomo con ambas manos el agua del grifo para limpiarse la cara y despejar sus pensamientos de aquel recuerdo en forma de pesadilla.  Recargo sus manos en el lavabo mirándose en el espejo del baño.

<<Me odio>> Se dijo así mismo mentalmente, odiaba cada momento de su vida desde que su madre enfermo. Poco después de eso comenzó su relación con Freddy. Recuerda que el era un excelente novio, era bueno, alegre y coqueto.

Ahora solo era alcohólico, maltratador y abusivo. Se convirtió justo en lo que más odia. El recuerdo que soñó volvió a su mente haciéndole apretar la mandíbula con fuerza tratando de pasar el nudo que se formaba en su garganta. Se sentía muy impotente ante su pasado, no podía cambiar nada. Pero no podía haber sido de otra manera ¿o si?  Después de todo ¿quién podía defender a un mocoso de 12 años cuya madre estaba internada en el hospital por su primera gran recaída, dejándolo en las garras de su padre, su alcohólico, maltratador y abusivo padre. Irónico ¿cierto? Se había convertido en él y por eso se odiaba aun más.

Miro por una pequeña apertura de la puerta del baño que daba a la habitación. Visualizo a Freddy cambiándose de ropa y acomodando las desordenadas sabanas.

Sonrió al verle, de verdad se había ganado un ángel y no lo merecía.

Freddy sonrió al mirar el cuarto limpio y mi sonrisa se borro, ¿cómo podía ser feliz a pesar de todo? Amo a Freddy desde que lo ví. Pero no soporto los celos que me provoca. Le envidio, él tiene una vida perfecta y se la pasa desperdiciandola. O bueno, la tenía, por que soy conciente de que la volví una mierda. Mi mirada se fija en el pequeño arete que cuelga adornando su oreja, es un oso dorado. Gruño por lo bajo. Ese estúpido teñido y su recuerdo permanente de que Freddy puede escapar a sus brazos cuando me dejé.

No, no quiero que me dejé, es lo único que me queda, es la única persona que aun me ama, solo el puede hacerme sentir vivo, no puedo dejar que me deje no justo ahora.

–¿Vas a mostrar es estúpida sonrisa todo el día? –
–Uh?... ¡Fred! – el menor abrazo a su novio con ilusión, quizá esta era la buena, el cambió a algo mejor –¿Te sientes mejor? ¿Tuviste más pesadillas? – el azabache negó. Los flasheos de recuerdos lo inundaron por fracciones de segundo, pero fue suficiente para sentirse sucio. Miro aquel arete, aquel dije que simbolizaba la amistad de SU novio con el rubio, quizá no solo amistad.

Poso su mano sobre este acariciando el lóbulo de la oreja del castaño. Freddy se sonrojo un poco por las caricias que recibía, sonrió tímidamente para mirar a su pareja a la cara, mala idea. Al menor se le helo la sangre al ver al mayor sonreir con malicia. Y de nuevo todo fue tan rápido que el menor no pudo reaccionar.

Cuando menos se dió cuenta, el azabache había tirado del arete con fuerza, tanta que este rasgo un lado de su oreja para salir. El horrisono grito del menor se escucho por cada rincón de aquella casa.

[…]

Arrastraba al menor del cabello escaleras abajo, dejaban gotas de sangre por el camino que caían de la oreja de Freddy, este no paraba de llorar y quejarse del dolor.

Llegaron a la planta bajo y lo llevo a la puerta del sótano para abrir la puerta. El menor la vio horrorizado.

–No Fred, no por favor, no de nuevo ahí, piedad– Sin aviso arrojo al menor haciéndolo caer por las escaleras y acabar estampado contra el duro suelo. Freddy se incorporó con dificultad, miro a Fred quien iba a cerrar la puerta. Trato de correr para impedirlo pero la puerta se cerró en su cara. La pateaba y golpeaba desesperado –¡Abre por favor! –

Mientras tanto Fred se había recargado en la pared que estaba al lado de la puerta al sótano, se dejo caer resbalando su espalda contra la pared y callendo de senton tapando su cara con sus manos y sin más comenzó a llorar por todo lo que ocurría.

[…]

Después de un rato, Freddy se canso de golpear la puerta. Su oreja dolía y le punsaba horriblemente, la sangre había secado haciendo costra. Se había sentado con la espalda recargada en la puerta en un rincón hecho bolita. No dejaba de llorar ni de pedir que el mayor abriera la puerta.

–...por favor...ya no puedo...no soporto más...por favor...juro que no me iré...– pero nada – ¡Fred! ¡Piedad, sácame! ¡Ya no soporto el dolor! ¡Ya no puedo!– el menor sollozo y al tomar aire grito con todas sus fuerzas – ¡Quiero morirme! ¡Prefiero estar muerto! ¡Mátame! ¡Mátame! ¡Mátame! –

El azabache levanto su demacrado rostro.


Pero que increíble idea la del castaño.



Ary...

✘VIOLENTOMETRO✘ Frededdy 🤐 (EDITANDOX2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora