✘VIOLENTOMETRO✘ Frededdy 🤐 (EDITANDOX2)

Nivel 12: Manosear.

El castaño se encontraba sentado en la escalera mientras acomodaba unas cuantas prendas de ropa en su mochila, sería su maleta de emergencia y quizá debería usarla ya, pero Freddy creía que aun podía cambiar las cosas; así es el aún conservaba una pizca de su característica esperanza. Suspiro con pesadez y el corazón le dolió, de verdad amaba a Fred pero las cosas solo empeoraban.

La puerta principal se abrió sacando a Freddy se sus pensamientos. Por la puerta entro un azabache ahogado en alcohol Freddy pudo percibir el amargo aroma de la cerveza que desprendía su novio.

-iugh... ¿de nuevo bebiendo? ¿Acaso no aprendiste nada de tu accidente?- para el castaño eso le quitaba puntos al mayor. Se acercó a él para que tomara una ducha y así lograr que se le baja un poco la borrachera.

Gran sorpresa se llevó al ver que su pareja tenía los ojos rojos y las mejillas llenas de lágrimas que habían secado además de vario moretones y el labio roto.

-¡¿Fred que te paso?!- Alarmado el castaño se llevó al mayor al sofá- ¿Te metiste en una pelea?- el azabache solo negaba con la cabeza.

-loodioloodioloodioloodio-

-¿a quién odias?... ¿a mí?-

-No, a ti te amo- Freddy sentó a Fred en el sofá

-Voy por el botiquín- Freddy se giró para ir por los materiales que necesitaría para curarle sus heridas a su pareja pero un agarre en su mano lo detuvo, volteo para ver a su novio y la imagen del mayor que vio le rompió el corazón.

Lágrimas caían de los oscuros ojos de Fred, fortifico el agarre de su mano.

-Perdóname... de verdad yo no quería yo lo lamento, todo lo que te he hecho, pero es que eres todo lo que me queda, no quiero perderte- Fred fue callado por el dulce beso que le brindo su novio. El castaño sostuvo la cara de Fred con ambas manos para verlo a los ojos.

-Yo jamás te dejaría solo- Freddy sonrió estaba feliz de oír aquella disculpa en forma de confesión.

Freddy volvió a besar los fríos labios con sabor a cerveza del azabache, había pasado tanto desde que se besaban así que el castaño casi olvida como se sentían los dulces labios de su amado.

Sus labios se movían al dulce compas de la música que generaban sus latidos, desesperados por volver a descubrir cada rincón del contrario pero aun así lo tomaban con calma disfrutando la satisfactoria sensación que se brindaban; Fred sentó al menor sobre sus piernas, a la par que el beso se intensificaba, una batalla de lenguas había iniciado en donde el azabache llevaba la delantera y el castaño soltaba ligeros suspiros mientras intentaba mantener el ritmo del contrario. Ambos se separaron por falta de aire, jadeantes se miraron a los ojos, al azabache ataco el cuello del contrario sin pensarlo dos veces, mientras, este soltaba algunos casi inaudibles gemidos y con sus manos estrujaba la camisa del mayor arrugándola.

Miles de pensamientos pasaban por la cabeza del castaño y a su vez su mente estaba en blanco. Una parte de él le decía que aquello que hacia estaba mal, terriblemente mal, no se sentía bien como el imagino. Recordó que le mayor seguía ebrio quizá esa sería la excusa perfecta. Empujo levemente al mayor.

-Fred espera...mgh...aquí no, estas ebrio- otro leve empujón.

-Y eso que, vamos cariño – otra lamida.

-Fred no por favor-

-...-

El mayor siguió con lo suyo sin tomar en cuenta las quejas del menor, él se sentía bien. Bajo sus manos hasta los glúteos del menor paseando sus manos por toda la parte baja del Cataño con descaro. Hasta que un sollozo lo detuvo, vio al menor a la cara encontrándolo en un mar de lágrimas.

-¿Por qué lloras?-

-Yo...no me gusta que me toques así...-

-Yo te toco como quiera, ¿para eso soy tu novio no?-

-Es que yo quería que nuestra primera vez fuera especial y...-

Fred no lo dejo terminar, lo empujo para que se bajara de su regazo haciéndolo caer con dureza al suelo.

-Agh todo iba tan bien, hasta que lo arruinaste –el azabache se recostó en el sillón quedándose dormido.

Freddy se levantó con sus ojos rojos, hinchados y cansados de tanto llorar, miro al azabache dormir, lo tapo con una cobija y le acaricio el cabello recibiendo en respuesta una lágrima que resbalo por la mejilla de Fred, el castaño la limpio y se dirijo al baño a tomar una ducha, se sentía sucio y a pesar de que fue su pareja ese manoseo no le gusto para nada. Salió de bañarse y se sentó en su cama, se recostó y abrazo una almohada, lentas lágrimas se deslizaban por sus rostro y aterrizaban en la tela de la almohada que abrazaba, poco a poco cedió al sueño entre leves sollozos y lentos lagrimeos. 

Ary...