"Comprometidos". [ChenMin]

¿Te gusta?

No nos quedamos los tres días porque a mi padre le llamaron de las oficinas para que fuera pronto a arreglar algo. Por lo tanto nos fuimos esa misma noche, diría que cada quien en su propio auto, pero como papá tenía que ir directo a la empresa, se llevó a Youngmin porque "Estamos unidos, y también lo llamaron". Así que tuve que irme con mamá, Minjung y Jongdae. Éste se quedó dormido a mitad del camino, en mi hombro. Pero no lo quité porque él se resistía y nuestras madres nos veían. Mientras había abierto mi laptop y busqué cosas sobre nosotros. Había una página, en tan poco tiempo, que se llamaba "El romance de los millones Kim". Ahí encontré un montón de fotos de ambos en la playa. Bufé.

Decidí cerrarla para pensar en el verdadero caos: la escuela. Todos, absolutamente todos, sabían que Chen no me agradaba, que llegó a molestarme y, si era posible, lo odiaba. Pero no lo odiaba. Quizá creerán que todo eso fue una farsa.

Sí, seguro.

El jueves por la mañana mamá me obligó a levantarme. No quería ir, ¿bien? Era un problema explicarle todo esto a Kyungsoo y Baekhyun.
Aunque mamá dijo que enfrentara las cosas como son. Por lo tanto me levanté y arreglé, luego Donghae, el chófer, me llevó hacia la escuela. Hubiera querido que el camino fuera más lento, pero ahí estaba; bajando del coche con las piernas temblando.

—Todo esto es tu culpa, Chen —susurré para mí.

Como lo esperé, al cruzar el patio principal varias miradas se posaron en mí. Incluso había chicas que llevaban el periódico de la mañana donde, por ende, salíamos. También mientras avanzaba en el pasillo, un grupo de amigos se me quedó viendo. Seguramente mi cara estaba roja.

—¡Kim Minseok! —se aproximaba mi muerte. No me detuve ante la voz de Baekhyun— ¡No huyas, cobarde!

Sí, era un cobarde. Un gatito temiendo ser atrapado por un perro.

—¡Xiumin, detente! —gritó Kyungsoo.

Pero no lo hice. Quizá con él, literalmente, se aproximaba mi muerte. Intenté correr por los pasillos lo más que pude; sin embargo y no sé cómo, encontré a Baekhyun delante mío. Y cuando quise volver, detrás estaba Kyungsoo. Ambos me tomaron por los hombros, llevándome hacia el laboratorio de química que por la mañana estaba vacío. Se cruzaron de brazos. Suspiré.

—Ya vimos las noticias, todo en realidad. Hasta las fotos.

—No estamos enojados —siguió Baekhyun—, es tu vida, Min. Pero, ¿por qué no nos dijiste?

-Les dije que es parte de un trato.

Kyungsoo asintió. Si eso no es lo que querían oír, ¿entonces qué? Éste se inclinó.

—No nos dijiste que te gustaba Jongdae.

—¡Oh por Dios! —jadeó Baek— ¿Te gusta?

—¡No! -negué repetidas veces— Es parte de un trato, ya dije.

Mis amigos se miraron entre sí. Lo he pensado y creo que no es descabellado aceptar ser besado por alguien que supuestamente no te gusta. Aunque en las fotos pareciera que estamos muy, muy conformes. Por supuesto que no me gusta Jongdae.

—De acuerdo —suspiró Kyungsoo—, te creemos.... ¿estás seguro?

—B-bueno... —error.

No debí dudar, puesto que ellos abrieron los ojos como platos. Ahora mismo deberán estar creyendo que me gusta Jongdae. Aunque últimamente está siendo muy diferente, ha sido amable conmigo y también dejó de burlarse cuando tengo una mueca seria. Es tan diferente al Jongdae que "conocía". Tal vez tuvo razón en decir que es una oportunidad de llevarnos mejor. Baekhyun me tomó de los hombros y comenzó a sacudirme.

—¡Te gusta Chen, Minnie! Es... es... ¡wow! ¿Cómo te empezó a gustar? Cuéntanos. Anda, anda, anda, anda, anda, anda.

—Espera, Baek, lo vas a matar.

Para mi salvación, Kyungsoo lo apartó de mí. Pude respirar tranquilo cuando Baekhyun dejó de sacudirme de un lado a otro, sé que esperaban un respuesta y yo no tenía una idea de qué decirles. Así que solo me encogí de hombros y decidí contarles casa una de las cosas que sentí en estos días. Fueron pocos, pero puede que todo eso esté sucediendo desde hace un mes. Desde hace un mes que me sonrojaba sin razón alguna cuando descubría que se me daba viendo en los recesos. Mis amigos oyeron cada palabra con atención, bastante diría yo. Quizá más que en clase. Admitir todo eso en voz alta era muy distinto.

—Vaya —exclamó Kyungsoo—. No te gusta Jongdae.

Tanto Baekhyun como yo ladeamos la cabeza sin llegar a comprender.

—Estás enamorado de Jongdae.

Mierda. No podía ser cierto.

Justo la campana sonó indicando el inicio de clases, donde solo pude salir a la fuerza. Las miradas no siguieron más en mí porque Kyungsoo amenazó a todos con que arrancaría sus ojos y los quemaría. Para mi mala suerte, la primera clase no la compartía con ellos. Estría solo entre la multitud. En su clase no llegaron a preguntarme nada, solo mirarme con curiosidad. ¡Hasta el profesor Jungsoo parecía querer decirme algo! Claro, si hace apenas una semana me estaba librando de Chen. Él terminó de explicar el tema, luego se detuvo.

—¿Alguna pregunta?

Sungmin alzó la mano, siendo cedido al instante.

—Minseok, ¿sales con Chen? Vi las noticias y los dos se ven muy lindos en la playa, tan enamorados.

Mi sonrojo bien pudo ser desde la punta del pie hasta la coronilla. Más por el suspiro que soltó después, como si estuviera complacido de que saliera con él. Seguramente no sabía de nuestra situación.

—Y-yo...

—¿Acaso no sabes? —interrumpió Yeji— Están comprometidos, duh. ¿Leíste bien?

—Es extraño porque se llevan mal -se oyó desde otra esquina, por parte de Changmi—, eso se notaba desde lejos. ¿Fue toda una obra, Minseok?

Después un montón de preguntas y teorías acerca de nuestra relación fue causa de un desorden en la clase. Todas y cada una de ellas mientras me miraban a los ojos e intentaban que les respondiera primero.

—¡Ya basta! —gritó Jungsoo— Joven Sungmin, me refería a preguntas sobre el tema, no de vidas privadas.

Sungmin solo bajó su cabeza.

—Sí —dije. Todos, hasta el profesor, dirigieron su atención a mí. Oí que abrieron la puerta, pero eso no me detuvo—. Me gusta Jongdae.

—¿Qué?

Volteé hacia los dos chicos que acababan de entrar.

Oh, vaya.