Muy ebrio.

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Me separo unos milímetros. Solo entonces soy consiente de lo que he hecho. Mi rostro enrojece y únicamente puedo agachar la cabeza. Por suerte la conferencia termina, siento que tiran de mi brazo hasta sacarme, pues de repente no puedo moverme.

No soy muy consiente de lo que he hecho, mas eso es lo de menos. Mientras mantenía mis ojos cerrados, un recuerdo sobre nosotros llegó a mi mente. ¿Cómo es posible? Me pregunté mentalmente. Haber terminado en esta situación, y después los ojos de Jongdae eran tan sinceros.

—Eso ha sido tan lindo —suspira Minjung—. Sabía que serían algo con el paso del tiempo.

—No sabía lo tan valiente que eras, cielo —mamá acaricia mi mejilla—. Ahora podrán llevar un trato no obligatorio, ¿no crees?

—P-pues...

—Ya lo creo, señora —contestó Jongdae.

Mamá se limitó a reír encantada, negando levemente con la cabeza. Dejó de estar enfrente de mí para tomar ambas manos de Jongdae.

—Dime suegra, cariño.

—Al parecer todo ha sido un éxito —felicita papá—. Ahora vamos a celebrar.

—Nos esperan allá fuera, chicos —continúa Youngmin—. Vamos a que conozcan, hay personas de su edad.

—Bien... —Murmuro.

Bajamos nuevamente las escaleras, siendo mis padres quienes abren la puerta y salen primero. Después Jongdae y yo, él pasa un brazo por encima de mis hombros, aunque su madre enseguida le riñe que «esa no es una bonita forma de tratar a su prometido». Reí por lo  bajo. Jongdae me dio un codazo que devolví de la misma manera, quizá un poco más fuerte, pues se quejó.

Cruzamos las puertas principales de la conferencia, donde nos recibieron con una sonrisa de oreja a oreja. Pienso que no hay muchos empresarios hombres comprometidos con otros, o parejas parecidos. En realidad solo vi un par. El señor Zhang se acercó, exclamando algo en chino que no entendí, mas mi padre respondió. Con él venía un chico mas o menos de mi estatura, creo que también de mi edad.

—Minseok —giro mi cabeza en dirección a mi madre. No me veía justo a los ojos, pero parecía que sí—, él es Zhang Yixing, hijo del Señor Zhang.

—Oh —asentí, dando mi atención hacia él—. Ho... la. Soy... Jīn Mín Shuò —no era muy bueno hablando chino, todavía. Yixing hasta parecía divertirse con esta situación—. Eh... wo ai ni.

Yixing soltó una pequeña carcajada. Me sonrojo hasta las orejas.

—Puedo hablar hangul, tranquilo. Aunque mi pronunciación no sea la mejor.

—Un gusto, ¿Yixing? —Jongdae se acercó, recibiendo un asentimiento— Tu nombre se me hace conocido... —Se quedó pensando unos segundos hasta darse cuenta. A mí no se me hacía conocido de nada— ¡Ah! ¿Conoces a Junmyeon?

Los ojos de Yixing  unos segundos brillaron.

—¿Sushito? Es mi amigo, sí.

—¿"Sushito"? —cuestino. Conocía poco a Junmyeon, a pesar de ser solo un «nivel» más bajo que nosotros. No tenía idea que era amigo de Jongdae.

—Le dicen Suho, pero lo conocí cuando aún no dominaba el idioma. Por lo tanto, así se quedó.

—Ya veo —Sonrío—. Es un gusto conocerte, Yixing.

Se encoge de hombros con uan expresión que me parece muy adorable. Miro a nuestros padres, quienes entre los cinco mantienen una «entretenida» conversación. Yixing rodó sus ojos.

"Comprometidos". [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora