Imperial ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ | Omevagerse

20: Regresos e inicios

—No han vuelto aún—se escuchaba la voz preocupada de JungKook en el salón de juntas imperial—. No me puedo imaginar más que malos escenarios... ¿y si les ha pasado algo?

—No pienses así cariño mío—trataba de clamar el alfa, mientras miraba a su chico muy nervioso—. No te hará bien pensar esas cosas, mejor pensemos en que están bien.

—Lo sé, pero... van dos días y medio de que se fueron...—miró a JiMin quien estaba a su lado tratando de calmarlo del mismo modo que TaeHyung—. Y la verdad es que estoy preocupado, quiero confiar en que están bien, pero... una parte de mí no puede evitar este sentimiento.

TaeHyung miraba con curiosidad a su omega, pues estaba un poco más sensible y protector de lo usual. Y en su mente dos opciones eran tan viables para el estado de su chico, que no quería de cierto modo pensar en ello, pero eran las posibles respuestas a ello.

Podría ser que se había encariñado con Mark y estuviera por ello su omega buscando el bienestar de aquel chico, o quizá empezaban a ser síntomas de algo más, como el celo propio del omega. Frunció el entrecejo al pensar en eso, no es que le molestara calmarlo si eso se presentaba, pero era una sorpresa grande el que llegara un poco pronto.

Aunque realmente no sabía mucho de aquel tema.

Miró a su omega, quien parecía hablar de algo con JiMin que pareció tranquilizarle un poco, luego, vio como el omega más bajo salió de la habitación y el menor soltó un suspiro, haciendo que TaeHyung mirara con más curiosidad aquello.

—Me traerá un poco de té y pan al vapor—mencionó un poco bajo, como si pudiera haber leído los pensamientos del mayor con facilidad—. Aunque, creo que debo calmarme como dices, pero no podía evitar preocuparme, lo siento.

TaeHyung sonrió, tomando de las mejillas a su precioso chico, nunca se cansaría de aquella vista de su precioso chico con sus mejillas sonrosadas y ese brillo de inocencia y pureza en sus ojos, era la imagen más sublime de todas las que podía haber en su mundo.

—Tranquilo, es normal que te preocupes por quienes quieres—besó la nariz de JungKook con ternura, causando que el contrario sonriera ante aquel gesto—. Y es un gesto muy amable de tu parte, en verdad.

—TaeHyung...

Se miraron a los ojos, con ese cariño que iba creciendo cada día más entre ellos, dándose un pequeño beso como muestra de todo aquello que sentían. Sin darse cuenta de que, eran observados a través de la rendija que por error había dejado JiMin al cerrar mal la puerta. Aquel chico torció el gesto, alejándose lentamente de aquel lugar con la idea de lo que en poco harían en mente.

Y una sonrisa un tanto torcida.

— ¡Han llegado! —se escuchó cerca de la puerta de TaeHyung, haciendo que ambos se separaran con rapidez y miraran hacia esta—. ¡Emperador, consorte real, han llegado!