Imperial ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ | Omevagerse

22: Noche.

El tiempo parecía ser tan relativo desde que se había mudado a ser el concubino de aquel alfa de cabellos grises, los días parecían irse de un abrir y cerrar los ojos. Pero en las noches parecía que cuando ambos se dejaban llevar por la pasión, el tiempo iba lento, haciendo que disfrutaran de cada toque, palabra y momento con el otro.

Si tan solo hace meses le hubieran dicho al omega del reino rojo que pasaría todo aquello, él definitivamente hubiera negado rotundo ante la idea de que estaría con un alfa tan distinguido como el emperador supremo. Pero ahora estaba allí, con el alfa que le había enviado el destino para ser su pareja y el padre de su futuro cachorro.

Porque si de algo se había dado cuenta JungKook en el último mes, luego de aquella semana encerrado con TaeHyung debido a su celo, era que mucho de él había cambiado. Era más antojadizo de lo usual, se sentía más rápidamente cansado y el propio JiMin le había comentado que su mirada había cobrado un brillo singular en sus ojos. Entonces, a escondidas y con ayuda de Mark, dieron con la maravillosa noticia de que estaba esperando al primer hijo de ambos, el heredero al trono.

Su sonrisa al pensar en un hijo de ambos se ensanchaba a la par de que llevaba sus manos con delicadeza a la zona, inspirando aire e imaginando el rostro de su alfa al enterarse de tan maravillosa noticia. Aunque, quizá el tiempo actual y ese complot que aún estaba presente, eran lo que podía impedir que fuera del todo dulce aquello, sabía que ese bebé llegaba en ese momento por algo.

Y es que, si de algo era fielmente creyente JungKook, era de aquello que estaba destinado a tiempo y forma, en que nada era coincidencia del todo.

—Su majestad, ¿cuándo piensa decirle a su alteza? —Indagó curioso JiMin, quien le servía más té al omega y un par de panes al vapor—. Porque creo que debería decirle cuanto antes, sería grato que se supiera de ser padre.

—Le diré esta noche, pero para esto quisiera que me ayudes a estar listo—mencionó algo nervioso, mirando su taza de té caliente y después al omega, frunciendo de pronto el entrecejo, haciendo que JiMin le mirara preocupado—. Por cierto, he dicho que no me digas majestad mientras estamos a solas. No entiendo por qué Mark y tú se empeñan en llamarme así, ni BaekHyun lo hace.

—Es la costumbre, lo siento JungKook—se disculpaba algo avergonzado, para luego mirar a la puerta cerrada tras él—. ¿No cree usted que las cosas se sienten seguras con el general aquí?

— ¿A qué te refieres? —JungKook le miró sin entender, luego de ver el ligero sonrojo por parte del omega, soltó una sonrisa abierta—. ¿El general Min? Vaya, pues... supongo que de cierto modo es bueno que sea quien nos cuide junto al resto...

Entonces entendió lo que trataba de decir JiMin, quien era más que evidente que estaba colado por aquel chico pálido que a penas y le dirigía la palabras. Aunque lo hacía más que con otras personas de su alrededor.

—JiMin, ¿por qué no tratas de acercarte de esa manera a YoonGi?

— ¿De qué manera me habla? —Indagó nervioso, con un sonrojo ahora más evidente y mirando hacia otra dirección que no fueran los ojos de JungKook—. El general es un buen amigo mío, de eso no me cabe duda su majestad.