Imperial ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ | Omevagerse

27: Los vientos

Aquel mensaje era demasiado sorpresivo, el hecho de que ahora fueran cuatro reinos los que estaban equilibrándose poco a poco y aún más, que uno fuera a voluntad propia era demasiado bueno. Alentador para el futuro seguro que quería construir TaeHyung en todo su país, para su hijo y los de todos los habitantes, pues, además, el desarrollo sustentable era uno de los temas que más se discutían cuando se juntaban a hablar de ello.

—Son excelentes noticias su majestad—observaba HoSeok, mientras miraba al resto—. Creo que entre más seamos, será mejor para empezar a reconstruir todo de la mejor manera.

—Ciertamente ese es el plan, pero nunca pensé que un reino se aliara estando a su vez con el enemigo—mencionó sorprendido, pues la carta de SeHun había sido bastante clara con ello—. He escuchado también que usted, joven JinYoung es uno de los principales en este reino verde.

—Sí, soy un beta confiable para su majestad, igualmente me ofrezco para ayudarle en lo que se necesite para terminar con esto—aseguraba firme, para luego dirigir su vista a HoSeok—. Me han dicho que podía consultar con el joven HoSeok algunas cosas, ¿es así?

—HoSeok de momento es el encargado de mi seguridad—asintió el de cabellos grises, para luego ver a YuGyeom y BamBam, quienes esperaban ordenes—. Necesito que ustedes estén pendientes junto con ellos para empezar a ayudar a YoonGi en el reino rojo, también movilizarnos para los otros dos que faltan.

Sabían muy bien a qué se refería, pero, sobre todo, sabían que lo más difícil de esta conquista sería el reino del príncipe Mark, el naranja. Pues había sido el que al parecer más obstinado con la idea estaba, pero ahora que eran mayoría, podía hacer bien sus estrategias para dominar todo y traer paz y unificar.

También estaba el asunto de enterar de todo a SeokJin y aún más importante, atender a su esposo embarazado. El solo pensar en JungKook y en su futuro hijo, le hacía tener mucho ánimo, considerando mejor las ideas que le eran propuestas y alentarse a que el futuro podía realmente valer la pena luego de todo aquello.

El solo imaginar un pequeño bebé fruto del amor que ambos se profesaban, le hacía regocijar de emoción y felicidad, era un lazo más entre ellos que afianzaría más todo lo que habían vivido juntos.

—Bueno, creo que entonces debemos poner al tanto a los demás y esperar al general Min—sentenció, para luego levantarse, haciendo que el resto de los presentes le imitaran como muestra de cortesía y respeto—. Por el momento, HoSeok arregla las cosas con JinYoung y mantenme informado de cualquier cosa.

El mencionado asintió con tranquilidad, para luego salir con todos, dejando al emperador completamente solo en su sala de reuniones. Miró el lugar vacío, mientras la idea de perder a su parlamento parecía cada vez más real, pero, sabía que era por el bien común de su pueblo. Pues todos eran gente fiel y con las mismas ideas que él, pensó entonces en su viejo amigo, YoonGi, en cómo lo estaría pasando con ese encargo un tanto personal que le encomendó.