06: La flor que tiene vida

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No era que TaeHyung temiera que pudiera pasarle algo a su omega con aquel licor, ya que desde muy joven le educaron para distinguir muchas cosas fuera del posible veneno en las bebidas o comidas. Aquel Soju naturalmente no tenía nada de veneno, él mismo se había asegurado de eso con su propio licor de arroz.

Pero sabía bien que en los omegas el hecho de beber alcohol no era bueno, menos cuando para estos se acerca su celo, ya que esto solo aceleraba el proceso y lo hacía más intenso. No es que no quisiera él tener algo con su hermoso omega del reino rojo, sino que más bien quería que se diera por causas naturales o si era antes del celo de alguno de los dos, por causas sentimentales.

Porque sí, quería que su omega lo quisiera de verdad y que siempre confiara en él, así que no quería desgastar su confianza de aquella manera. Menos si sabía que pronto su omega entraría en celo, ya que le habían avisado unos días antes de partir aquella noticia, esto con el fin de que previniera los hechos subsecuentes a cuando entrara en aquella etapa el omega.

Aunque sus inquietudes en ese momento no eran si el menor con ello pudiera entrar en celo, aunque aquello igual le causaría algo de distracción en el viaje. Sin embargo, lo que le preocupaba en sí era aquella copa que acababa de tomar, ya que había algo más en aquella copa llena de licor de arroz, esta era de un color un poco más claro que la suya, además de tener el borde de color azul topacio, algo que le preocupó al momento de ver su copa y la del menor, totalmente diferentes en muchas cosas.

—Emperador supremo... TaeHyung —Escuchó aquella dulce voz de JungKook que le cautivaba tanto— ¿Todo está en orden? ¿Qué es lo que tienes?

—Sí, estoy más que bien. Tranquilo cariño —Sonreía el chico tranquilizador, mientras el menor le miraba más aliviado— Me perdí en lo bello del palacio. Solo hay que seguir celebrando.

—No creo que sea eso—Musitaba con extrañeza— Pero si no tienes la confianza de decirme...

TaeHyung se acercó a su omega, olisqueando ese delicioso aroma que desprendía JungKook en cada fibra de su cuerpo. Acarició su mano por debajo de aquella mesa, causando un pequeño brinco en el omega y una mirada sorprendida por aquel acto.

—No me lo tomes a mal, JungKook—Musitaba con suavidad, mientras el menor negaba a punto de decir algo—Simplemente a veces me pierdo en mis pensares, te ruego me disculpes por como contesté.

—Está bien...

—No me gusta estar mal con mi omega, además creo que debemos seguir con la fiesta de bienvenida que nos han dado—Puntualizaba TaeHyung mientras sonreía dulcemente, mientras alzaba la copa que debería ser de JungKook— Debemos festejar esto, mañana no sabemos que nos depare con esos alfas.

El omega asintió mientras miraba a su frente como YoonGi y JiMin platicaban con los demás y lo más sorprendente era el hecho de que el general Min hablara tan fluido y soltado con el omega Park, giró su vista ligeramente, encontrándose con Jackson que parecía estar en una especie de lucha entre la comida contra todo lo que su estómago pudiera comer, devoraba con gusto los manjares del lugar y un divertido chico muy alto de nombre ChanYeol, le secundaba sonriente y comían a gusto.

Todo de cierto modo parecía ir en armonía en aquella pequeña fiesta para dar la bienvenida al emperador del reino púrpura y su consorte del reino rojo, JungKook sintió que a pesar de ser su primera noche en el lugar y que estaban allí por algo peligroso, aquellos malhechores alfas, todo estaba tan tranquilo que parecía que no habían ido por ello.

Aunque sabía que no debía perder la idea de lo que iban, apretó un poco la mano del alfa, haciendo que TaeHyung se girara a verle. JungKook carraspeó un poco, ladeando la cabeza mirando a su alfa.

Imperial ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ | OmevagerseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora