Capítulo 10

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Lee JinKi se encontraba saliendo del trabajo. Eran las ocho de la noche y esta vez, no estaba JongDae para hacerle compañía pues este chico había aprovechado que MinSeok le había invitado a ver películas en su casa, ¿y quién era JinKi para impedírselo?

Puso el candado al nivel del suelo que aseguraba la cortina de metal y metió el manojo de llaves dentro de su bolso que le colgaba del hombro hasta la cintura. La calle estaba todavía transcurrida a esas horas, cosas que le aliviaba, estaba a tiempo para tomar el autobús y regresar temprano a casa para trabajar en su ensayo.

Las calles estaban iluminadas por las vallas publicitarias del nuevo celular que saldría, donde posaba el famosísimo modelo Oh SeHun con el aparato. Prácticamente toda la ciudad estaba siendo tapizada con la publicidad de la nueva marca de celular revolucionaria, por eso incluso cuando se sentó a esperar el autobús, la banca tenía la imagen de la propaganda forrada. Pasaron minutos donde el autobús no llegaba y JinKi suspiró con cansancio, quería llegar a casa a darse un baño y a ver a JongHyun.

JongHyun.

Pensar en el apuesto chico le calentó las mejillas, y algo más. Así que se palmeó los cachetes para espabilar y lanzar un suspiro. De un momento a otro, sintió la temperatura del ambiente descender tanto que el calor de hace unos instantes se vio opacado por el frío. La brisa helada que le subió por la espalda le erizó los vellos del cuerpo y la luz de la ciudad se vio reducida. ¿Qué está pasando?

Se acerca la luna llena, JinKi.

Una voz sonó en algún lugar. El muchacho miró a todos lados y de repente se vio en medio de una negrura extrema, la estación de autobuses parecía estar flotando en el vacío al igual que el farol que iluminaba ese rincón de la oscuridad. Se sintió asustado de repente, literalmente todo a su alrededor era negro y no había nada más que él y la estación donde hace unos segundos estaba en la calle. Ahora parecía que estaba en la nada.

—¿Dónde estoy? ¿Hay alguien ahí?

—El tiempo se agota. Él te quiere llevar allá de nuevo y esta vez, dudo que deje escapar tu alma.

JinKi miraba a su alrededor pero no veía al autor de la voz que le había sonado de cierta forma tan familiar. La voz no parecía provenir de ninguna dirección, sino de todas partes a la vez y era imposible rectificar dado que todo a su alrededor era negro, tan negro como el oscuro cabello de JongHyun.

—¿C-cómo conoces mi nombre? ¿Quién eres?

—Alguien que ni siquiera debería estar hablándote. Escucha, JinKi: antes de que la luna llena salga debes romper la maldición de JongHyun si quieres liberarlo y, por supuesto, evitar que Yeomna te mate.

—¿Hablas de...?

—El dios del inframundo, sí.

—¿Por qué él quiere matarnos? ¿Y cómo es eso de que quiere llevarme allá de nuevo?

—Tal vez lo descubras más adelante, yo ni siquiera debería estar hablándote sobre esto. Nos vemos, JinKi.

—¡Espera!

Pero la otra persona o lo que sea que fuese, no prestó atención y en un parpadeo, Lee JinKi se encontró nuevamente en la ciudad. El autobús había llegado y por unos instantes, en la propaganda pegada al vehículo donde se suponía que debía estar el modelo, se encontraba la cara de un hombre moreno que había visto antes.

MinHo.

Pero al parpadear, esta imagen se había esfumado y de vuelta estaba el guapísimo Oh SeHun. JinKi meneó la cabeza, seguro había sido una ilusión. Abordó el autobús y se sentó junto a la ventana. ¿Qué ha sido todo eso?

Maniquí ♡ jongyu¡! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora