Capítulo 11

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—¡MinHo!

—¡JongHyun!

Exclamaron KiBum y JinKi al mismo tiempo tras presenciar la escena. Con cuidado, los hermanos Lee cruzaron la calle, por donde se desbordaban los insultos de los conductores que hace unos momentos habían tenido que frenar para no arrollar al muchacho que cruzó en semáforo verde como si fuera inmortal.

JinKi no podía creer lo que veía: JongHyun, el bajito de mejillas adorables, estaba golpeando sin frenos al alto y musculoso de MinHo, quien empezó a defenderse, empujando al más bajo pero este no se daba por vencido; estaba lleno de rabia golpeando al moreno y gritándole insultos. Este no atacaba de vuelta, solo se defendía intentando evitar golpes pesados.

—¡Maldito! ¿¡Cómo te atreves a aparecer!? ¡Estás muerto! ¡Muerto, Seokga! —exclamó a punto de meterle un puño en el estomago, pero el moreno hizo un ademán con su mano frente los ojos de JongHyun y este pareció perder la concentración pues desvió su golpe y terminó tropezando con sus propios pies.

MinHo movió su mandíbula, escuchando un pequeño crujido. Había olvidado lo fuerte que era JongHyun. Se sobó la misma, le sanaría en unos momentos por sí misma, sin embargo, las heridas físicas las haría tardar más para no llamar la atención.

—Calma, JongHyun.

—¡¿Calmarme dices?!

Otra vez el pequeño estaba listo para el ataque, pero MinHo ya estaba cansado, así que le desvió nuevamente la concentración a JongHyun y le sometió en una llave para que se quedara quieto.

—¡Sueltame, Seokga! ¡Maldito tramposo!

—Sh, no digas mi nombre en voz alta —le regañó en un susurró—. Ya dejé que me golpearas lo suficiente, deja de llamar la atención así —dijo MinHo con una voz tan calmada que enfurecía a JongHyun —. Te voy a soltar y espero que te comportes, JongHyun. Luego tendremos tiempo y lugar para luchar si así lo deseas.

JongHyun gruñó, tenía el ceño fruncido y tuvo que aguantarse las ganas de volver a pegarle al moreno. No porque el aludido se lo hubiese dicho, sino porque los JinKi y KiBum miraban la escena con asombro, el primero incluso ya estaba más cerca por si tenía que intervenir. El único que parecía querer ver la pelea sin interrumpir era TaeMin, que bajó su sonrisa en cuanto vio que JongHyun se había detenido.

—¡JongHyun! ¿¡Por qué hiciste eso!? —exclamó KiBum acercándose para ver a MinHo con preocupación.

Aunque JongHyun era su muñeco favorito para jugar a vestir, MinHo era la persona que le gustaba y por supuesto que estaba molesto porque le golpearan.

—¿Estás bien, Jjong? —dijo JinKi tomándole del rostro para examinarlo, aunque la verdad el moreno había sido el único que había salido herido, pero JongHyun se sintió más tranquilo porque el mayor se había preocupado por él—. ¡Eres un desconsiderado! ¿¡Cómo se te ocurre cruzar así la calle!? ¡Pudo haberte arrollado un auto!

Y el momento de ternura se fue. JongHyun se cubrió la cabeza cuando JinKi le dio zapes. Realmente el mayor se había preocupado.

—Chicos, creo que deberíamos irnos. Me parece que han llamado a la policía —dijo TaeMin interrumpiendo la riña.

—El enano tiene razón, mejor vámonos. Necesitamos hablar de esto —dijo KiBum con severidad, señalando la camioneta estacionada más adelante.

—¡Oye! ¿¡A quién le dices enano!? ¡Ese es JongHyun! —exclamó TaeMin con indignación, señalando al mencionado.

Maniquí ♡ jongyu¡! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora