Maniquí ♡ jongyu¡!

Capítulo 13

-Sh, sh... Tranquilo, pequeño... Tranquilo -susurraba JinKi, acariciándole con ternura el cabello. JongHyun fue relajándose entre los brazos del hombre que le ofrecía consuelo y poco a poco fue calmándose, escuchando la voz dulce de él-. No llores más, estoy aquí contigo.

JinKi entregó un beso en la cabeza del pelinegro, quien era una muñeca rota en ese instante y sólo buscaba alguien que le arreglara. El castaño había escuchado la charla que JongHyun y MinHo habían tenido, sabía que estaba mal espiar las conversaciones ajenas pero no pudo evitarlo, era un hombre muy curioso. Entonces lo que parecía ser una charla normal, dio un giro brusco cuando el moreno mencionó el nombre de una mujer que alteró por completo a JongHyun hasta dejarlo en aquel estado.

No pudo ignorar el dolor de ese joven y fue hasta él en cuanto MinHo desapareció como un fantasma. Ahora sólo tenía como propósito consolarlo y hacerle sentir mejor, pues su propio corazón se vio magullado al contemplar las lágrimas en el rostro del hermoso JongHyun. JinKi tuvo la impresión de que incluso las lágrimas del joven parecían diamantes brillantes que desaparecían al fundirse con su piel o al caer de su rostro.

JinKi lo arrullo con el tarareo de labios sellados de una canción que inconscientemente vino a su mente y que describía lo que sentía.

"Mi cielo se está viniendo abajo por cada gota de lágrima que derramas

Tu pesado suspiro está arrancando mi corazón

Voy a ser tu luz

Así que quita esa expresión de su cara de ángel" *

Con el paso de los minutos, los sollozos fueron disminuyendo igual que la agitada respiración del pequeño cuerpo entre sus brazos, sólo escuchaba de vez en cuando los moqueos del bajo. Pronto, lo tuvo tranquilo y eso era lo que importaba. Las rodillas le dolían pues había piedrecillas enterrándose en su piel, pero si JongHyun ya estaba mejor, entonces todo estaba bien y valía la pena. Las falanges de su izquierda acariciaban la cabellera negra del menor, rascando el cuello cabelludo y haciendo sentir muy bien al menor, que buscaba la mano que lo acariciaba como si de un minino se tratara.

-Vamos a salir, Jjong. Espera aquí mientras voy por abrigos y tus zapatos, ¿de acuerdo? -se dirigió al aludido con voz aterciopelada.

El pelinegro asintió, levantándose y volviendo a la banca, donde recibió una caricia en la mejilla antes de que JinKi se fuera. Era la viva imagen de un niño y el castaño se encargó de cuidarlo y limpiarle las lágrimas y mocos, además de ponerle uno de sus abrigos de invierno (aunque estuvieran en primavera, no quería que el pelinegro se enfermara) y los zapatos. JinKi estaba de cuclillas frente a él y al finalizar de calzarle los zapatos, le miró y limpió una última y solitaria lágrima de su rostro.

-Te ves hermoso -le dijo con una sutil sonrisa. El corazón de JongHyun fue de prisa y agradeció que el llorar le haya dejado la cara roja, así el otro no diferenciaría del sonrojo que había causado a ello.

-¿Cómo puedes decir eso cuando estoy así? -preguntó pasando la manga del abrigo por su nariz, luciendo adorable.

JinKi río despacio, aprovechando que tenía su mano en el rostro ajeno para acariciarle la mejilla con el pulgar.