—Voy a ir.
—JongHyun, deberías pensártelo un poco más. TaeMin está bien. Además sólo una mortal ha viajado al inframundo y ha regresado, es peligroso.
—No me importa, ¡está en el inframundo, maldita sea! ¿A qué otro lugar lo llevaría ese demente? Necesito ir hacia allá y traerlo antes de que le pase algo.
—¡Pero necesitas estar aquí antes de que salga la luna llena! —gritó MinHo con el ceño fruncido, mirando a JongHyun que le siguió la mirada con el mismo gesto. Los ojos de ambos despedían chispas—. ¡Él está bien! Debes estar aquí e intentar romper la maldición, todavía hay tiempo.
—¿¡Cómo se supone que lo haga!? ¡No quieres decirme qué hacer! Es mi destino estar maldecido, fue mi error no protegerla y debo pagar por eso.
—No, JongHyun. Por mi culpa fuiste maldecido.
—Eso lo sé también —musitó el menor apartando la mirada.
—Lamento mucho haberte ignorado todo este tiempo pero realmente tenía miedo de mirarte porque sé que... Fui un maldito egoísta —susurró soltando un suspiro—. Lo siento, JongHyun. Durante un tiempo intenté razonar con Hamosu pero es un testarudo... No me escuchaba. No escucha a nadie, ni siquiera a Dalnim. Y ahora... Quiero volver a intentar ayudarte, así que por favor, no vayas.
JongHyun permaneció en silencio. Estaba tan dolido todavía, el rencor seguía en su mente, pero en ése momento pensó que debía dejarse de comportar como un niño. En un pasado iba a convertirse en rey y ése comportamiento no era digno de uno, ni siquiera de un príncipe. Sin embargo, el dolor seguía presente.
—MinHo... Todos estos años han sido una tortura para mí, no sabes lo terrible que es estar encerrado en un lugar así. No sabes el horror de mi maldición pero lo peor es que no tienes ni la menor idea de lo que se siente matar a quien amas con tus propias manos —para ése momento, sentía un nudo en su garganta. Los ojos los tenía rojos pero no derramó ni una lágrima —. Sólo quiero que sepas que no es nada fácil y que todavía el dolor de perderla no solo a ella, sino también a lo que alguna vez fue mi vida, me duele demasiado —suspiró—. Y espero que no sigas intentando detenerme. TaeMin es el hermano de JinKi y él no puede estar solo. Si me llego a ir esta noche... No quiero que estén separados.
Muy a pesar de MinHo, este decidió no interferir más. JongHyun estaba decidido y conocía bastante bien a ése enano como para saber que era un terco testarudo que no le iba a hacer caso a él, y aunque estaba bastante preocupado de que JongHyun viajara al hogar de Yeomna, confiaba en que podía lograr salir bien de allí. Por supuesto que hizo lo que estaba a su alcance para ayudarlo a entrar, aunque la verdad, todo el mundo sabe lo difícil que es llegar al inframundo si no eres un dios o estás muerto. Por eso tuvo que echarle una mano.
—¿Un espejo? —cuestionó JongHyun mirando su reflejo.
—Es un portal. No sé bien en qué sitio del inframundo te deja pero irás allí —aseguró el moreno. JongHyun acarició la superficie con la tema de sus dedos, notando como ante el roce se creaban ondas como si en lugar de ser un cristal sólido fuese agua. El príncipe apretó el mango de su espada, asegurándola en el cinturón que MinHo le había proporcionado para que la portara y le dedico una mirada al aludido, volviendo al espejo. En cuestión de un instante, el príncipe ya no estaba en la habitación. El espejo sólo proyectó ondas que se fueron alejando hasta dejar la superficie en calma nuevamente. MinHo suspiró.
—Qué terco eres, JongHyun.
El príncipe había saltado dentro del mágico espejo que le hizo sentir por todo el cuerpo un terrible frío infernal. Estaba oscuro y la sensación de ahogo pronto le llegó, se dio cuenta de que estaba rodeado de agua. Miraba a todos lados pero no veía nada, estaba rodeado de agua helada y no encontraba la superficie. El portal lo debía haber conducido a algún sitio lleno de agua y el aire le comenzaba a faltar, sus pulmones no aguantarían más de tres minutos así. El desespero empezó a invadir a JongHyun, pero fue cuando notó una luz venir de arriba; era suave, pero lo suficiente como para orientarlo. Empezó a patalear con fuerzas para nadar hacia arriba, impulsándose con sus brazos.
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Maniquí ♡ jongyu¡!
FanfictionLee JinKi tiene poco dinero, deudas, problemas familiares, a penas puede costear los gastos de la universidad y para completar debe hacerse cargo de su hermano menor, pero aún así siempre se muestra alegre. Sus problemas económicos mejoran cuando co...