Capítulo 5

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—JinKi, entiendo que eres el acudiente del joven Lee pero necesitamos que venga su madre. Ya estamos hasta la médula con las travesuras de este niño, pues si bien sus notas son excelentes, su conducta deja mucho que desear.

El director Chang de la institución educativa donde diariamente iba Lee TaeMin, estaba frente al hermano mayor de este, el cual es un ex alumno ejemplar que siempre ha sido el acudiente del menor desde que aquel chiquillo problemático llegó al plantel. Le ha tenido paciencia porque puede intuir la situación de ambos chicos, pero hay cosas que ameritan mano dura.

—Director Chang, eso no es necesario —negó enseguida el mayor—. Puede hablar perfectamente conmigo, creame que yo me haré cargo de todas las cosas que impliquen a TaeMin. Nuestra madre está diariamente ocupada y realmente no es prudente molestarle con estas cosas.

—¿Los asuntos escolares de su hijo son un problema para ella?

—Sí, digo no —se retractó de inmediato—. Es solo que como dije... Ella se ocupa mucho y dudo de que responda el celular, así que por favor, encargue los asuntos conmigo. Después de todo, siempre ha sido así.

El señor de canas y arrugas de patas de gallina al lado de los ojos larga un suspiro negando lentamente de la cabeza, resignándose con condescendencia por milésima vez hacia los hermanos Lee.

—Pasemos a la sala donde están todos —dice el director señalando la salida y el ex alumno asiente, saliendo junto con su antiguo director hacia la sala de castigos donde sorprendentemente se dio cuenta de que no solo estaba la mamá de KyungSoo, sino también la de JongIn, ese chico que por alguna extraña razón había terminado en el grupo de su hermano menor. Seguía sin entenderlo mucho, ese chico de lentes juicioso terminó siendo amigo de aquellos mocosos busca problemas. Le sorprendió no ver a Woozi o a KyuHyun, ese chico que había repetido dos años el noveno grado a pesar de ser inteligente. Así era el extraño grupo que conformaba TaeMin con sus amigos; chicos con buenísimos puntajes pero con comportamiento deficiente, aunque más que comportamiento, eran más traviesos.

El mayor repasó a cada uno y suspiró, ambos tenían golpes y rasguñones, TaeMin era quien tenía una venda alrededor de la muñeca, tenía entendido que se la había lesionado. JinKi saludó a a la señora Do y ella le devolvió el saludo, ambos tenían la misma expresión de "aquí otra vez".

TaeMin evitó mirar a su hermano mayor por vergüenza, JinKi tenía muchos problemas últimamente y le estaba poniendo más. Se recostó del respaldar de madera de la silla y miró al techo, justamente hacia la rendija semi abierta del ducto de ventilación y recordó.



F L A S H B A C K

—No lo sé, TaeMin. ¿Estás seguro?

—¡Claro que lo estoy, JongIn! —respondió el mencionado.

—Vale, vale...

Ambos adolescentes se escabulleron por los pasillos de la escuela y se encontraron con el ducto de ventilación a nivel de sus rodillas que estaba cerca de los baños. Ellos entraron una vez que retiraron los tornillos que aseguraban na rejilla de metal y cual gusanos se arrastraron entre polvo y telarañas, evitando los pasillos con ventiladores y quedarse viendo demasiado el baño de las niñas cuando pasaron por allí. Ellos se arrastraron con sus codos y brazos hasta que el ducto se hizo lo suficientemente grande  como para que pasaran de ser gusanos a cualquier animal de cuatro patas.

—Ahí está.

Los dos miraban por la rejilla con líneas horizontales que estaba bajo suyo. Allí, haciendo planas en un pizarrón verde de tiza como si estuviera en el siglo XX, se encontraba KyungSoo de pie arrastrando la tiza blanca en trazos que repetían la misma oración.

Maniquí ♡ jongyu¡! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora