Albus Severus Potter, el hijo del niño que vivió (Albus y tu)

Examen de certificación

-Por dios Lyssander, es solo un pequeño dragon- Lyssander se había puesto insoportable desde que Rose termino con el, siempre me hacia pelea en todo lo que le decía- Solo me ire por una semana, eso es todo.
-Pues llévatelo, a fin de cuentas te iras a Rumania- esta semana iría a presentarme formalmente ante el Consejo de Protección y Educación de Dragones, la CPED por sus siglas, si ellos aceptaban que me certificara estas vacaciones, tan solo necesitaría regresar a Rumania al salir de Hogwarts, empacaría mis cosas desde las vacaciones de navidad y las mandaría a una pequeña casa que Charlie y yo estamos construyendo en su terreno- Me niego a alimentar a eso.
-¡Es un dragon del tamaño de la palma de tu mano Lyssander! De verdad que necesitas una buena cogida antes de que me vuelvas loca- le grite molesta- estas viviendo en mi casa, alimentaras al dragon.
-¡Ni siquiera tiene nombre!- me grito el, a lo cual yo lo mire extrañada.
-¿Que sucede ahora?- Lorcan había estado viniendo casi a diario a ver a su hermano.
-Sucede que el imbécil de tu hermano se niega a alimentar al pequeño dragon mientras me voy una semana a Rumania a certificarme- le dije a Lorcan molesta.
-Yo lo hare- me dijo el como si nada- es mas pequeño que la palma de mi mano, no creo que sea tan difícil.
-¡Vez!- le grite furiosa a Lyssander- consíguete una novia antes de que te arranque la cabeza por no estar con nadie- después de decirle eso me fui caminando a mi habitación y termine de hacer un baúl pequeño con ropa para la semana.

-Nos vemos en una semana amor- dije despidiéndome de Albus- te amo.
-Diviértete y buena suerte amor- me dijo el para después besarme.
Me despedí de todos los Weasley presentes, de la familia Potter, la familia Malfoy y obviamente la familia de mi hermano.
-Nos vemos luego Teddy- dije abrazando a mi hermano fuertemente.
-Muy buena suerte pequeña, es una oportunidad única, da lo mejor de ti- yo sonreí y lo volví a abrazar.
-Nos vemos luego Lunático- dije mirando a mi ahijado- te voy a extrañar- el sonrió triste y me abrazo.
-Te quielo- me dijo el.
-Yo te quiero mas que a nada en el mundo Rem- le dije besando su nariz- prometo regresar pronto.
Después de despedirme Charlie y yo nos aparecimos en su casa, como les dije, mi casa estaba en el punto perfecto para aparecerme en Rumania y en Londres, pero se me dificultaría mucho estar haciendo eso para ir a trabajar, así que la casa se quedaría como el refugio donde Lyssander viviría y yo me mudare a Rumania.
Al llegar a Rumania vi a mucha gente trabajando en mi casa, no era tan grande ni moderna como la que tenia, pero la verdad no necesitaba nada muy grande, solo un lugar donde pudiera vivir yo y tener un cuarto o dos para cuando vinieran visitas, además del cuarto especial para Remus.
-Ya están trabajando en tu casa, es bueno saber que tus padres te dejaron dinero- me dijo Charlie riendo- muy bien, hoy a las 4 iremos con el Consejo de Protección y Educación de Dragones, ahí estaré yo, ya que como sabes soy parte del consejo, después de eso nos dirán si puedes certificarte, como sabes, esta la parte practica y la parte teórica, si logramos convencerlos de certificarte, harás hoy  mismo la parte teórica y estarás en la parte practica todo lo que queda de la semana, si lo haces bien, te certificaras.
-Muy bien- le dije nerviosa, esta oportunidad se me había presentado hacia una semana, cuando Charlie vino de visita de Rumania, me lo ofreció como si fuera nada, claro que acepte, habría sido una idiota si no lo hubiera hecho- ¿que me tengo que poner?
-Nada muy formal, estas en un campo de dragones, usa lo mismo que siempre usas cuando vienes a tus practicas, ten- dijo dándome una caja de zapatos enorme- botas nuevas, me imagine que las otras murieron o ya no te quedan.
-Gracias Charlie- dije mirándolo- por todo lo que haz hecho por mi estos últimos casi 4 años- el me sonrió- si logro certificarme sera solo por todo lo que me has ayudado y de verdad espero trabajar contigo toda mi vida.
Charlie me abrazo fuertemente y escuche un pequeño sollozo salir de su boca.
-No es ninguna sorpresa que para mi tu eres como una hija, daría lo que fuera por ti Sof, tu me has dado el cariño y la confianza que cualquier hijo le daría a su padre- yo sonreí ante las palabras de Charlie y luego entro una lechuza por la ventana de la cocina, era la lechuza de Sam.