One Direction - irresistible
[N/A: Molly en multimedia]
Salgo por la entrada principal de la preparatoria y me dirijo hacia el estacionamiento, hay una gran cantidad de estudiantes por todos lados, por lo que se me dificulta distinguir a cierto rubio. Mientras avanzo por el aparcamiento me cuestiono mi capacidad de razonar, lo poco que he conocido de Aaron me ha bastado para confirmar dos cosas; es problemático y un casanova por excelencia, pero después llega la frase "sólo van en plan de amigos" y es todo lo que necesito para hacerlo. Amistad. Puedo con eso.
Después de caminar unos cuantos metros lo encuentro recostado en su auto moviendo las llaves en la mano, lleva puestas las gafas de sol de la famosa marca ray-ban y debo admitir que se ve demasiado sexy con ellas, claro que no lo admitiría en voz alta ni porque me pagaran un millón de pavos, bueno en ese caso lo pensaría— ¿Lista? —pregunta sacándome de mis pensamientos.
—Claro, Amón —respondo. Él parece entre divertido y encantado por el apodo que le acabo de poner, me pareció el indicado, ya que él me llama Ángel y llamarlo como el príncipe de los demonios parecía lo correcto, aparte de que pegaba un poco con su nombre.
—No pudiste encontrar otro mejor —dijo rodeando el auto y abriendo la puerta para luego sentarse en el asiento del conductor, hice lo mismo y me subí en mis puesto, no sin antes mirar a nuestro alrededor, había varios estudiantes mirando con curiosidad a nuestra dirección, no supe cómo sentirme en ese momento, tal vez con un poco de vergüenza porque creyeran que yo era la próxima conquista de Massey.
El auto se puso en marcha y me di cuenta de que no había preguntado adonde iríamos, me giré hacia él y lo observé mientras maniobraba con el volante para retroceder y luego avanzar hacia fuera del aparcamiento sin arrollar a nadie en el camino— ¿Adónde vamos? —quise saber mientras entrabamos a una de las avenidas de la ciudad.
—Primero a tu casa, a que te pongas algo más... practico —responde dejándome confusa. Hoy había decidido vestirme con una falda volada de tiro alto, me llegaba hasta casi la mitad de los muslos, una camisa manga larga pero que dejaba en descubierto mis hombros, esta la llevaba por debajo de la falda y un par de botines con medias negras que me tapaban mis piernas hasta el comienzo de mis muslos, esto para no mostrar demás y porque aún no hace calor del todo.
—¿Enserio es necesario que me cambie? —pregunto contrariada, ¿adónde me piensa llevar? él me da un breve repaso por el cuerpo y luego sube la mirada a mis ojos.
—Créeme, es necesario —enseguida entendí a que se refería y no objete más.
—Sucio —murmuré bajo, pero él me escuchó porque una sonrisa traviesa apareció en su rostro.
—Yo no he mencionado nada de lo que seguro estás pensando, en todo caso eres tú la sucia —se defendió sin apartar la mirada de la carretera, lo miré con los ojos entrecerrados, ambos sabemos que no son así las cosas. Pronto llegamos a la acera del edificio en el que vivo y me desabrocho el cinturón para bajar.
—¿Quieres subir? —pregunté indecisa, aunque sabía que mi mamá se encontraba en casa, hoy salía temprano de su trabajo.
Él me dedica una sonrisa ladina pero luego se encoge de hombros— Claro —responde. Bajamos de su auto y nos encaminados hacia la entrada al edificio, en la puerta saludé al portero y este me lo devolvió con una sonrisa y un "buenas tardes, señorita". Subimos en el ascensor y marqué el número de mi piso, mientras él teclea algo en su teléfono, lo agradezco ya que no quería que estuviera molestándome en un espacio reducido estando solos. La puerta se abrió y salimos al pasillo, me detuve en la puerta de mi apartamento e ingresé las llaves para abrirlo— Tú mamá está en casa, si no me equivoco.
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Destrucción Deliberada
Novela JuvenilEl es un genio, sabe como voltear la peor de la situación a su favor, sabe que hacer para hacerte sentir bien y por si fuera poco; su arte le da vida a las cosas más mundanas y los destaca de los demás, su pasión por las cosas que quiere, te hace ad...