Capítulo 29

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Lana del rey - California


—Tenía diecisiete cuando sucedió —comienza después de un largo silencio, creo que estaba esperando a que los demás se metieran al mar, porque ahora que nos encontramos solos parece decidido a contar todo. Da un trago largo a su cerveza antes de hablar— Thomas era mi hermano mayor, me llevaba dos años y como cualquier hermano menor; lo seguía a todas partes, era como una especie de sombra tras suyo, admirando cada cosa que hacía. Él era el hijo perfecto, aunque yo no me quedaba atrás, todos eramos muy unidos. Siempre solía llevarme a jugar con sus amigos porque, aunque no lo parezca, fui un niño muy tímido y no se me daba bien relacionarme, tampoco es que me interesaba demasiado la verdad, por lo que él siempre me regañaba diciéndome que tener amigos era lo más divertido del mundo.

—Tenía toda la razón tu hermano, aunque no puedo imaginarte tímido —comento. Sus manos acarician mis brazos de arriba a abajo de manera despreocupada mientras mi cabeza reposa en su pecho, soy capaz de percibir los suaves latidos de su corazón.

—Aunque no lo creas así es. Y eso no es todo, él estuvo allí cuando me gustó la primera chica, recuerdo que me molestaba sin parar y yo me enojaba mucho, pero al final terminaba dándome consejos sobre cómo actuar, que al final no eran los mejores ya que no era lo suficiente grande para eso. También estuvo allí cuando tuve mi primera vez, y antes de estarlo, él me decía que me calmara porque no podía ir donde ella así de nervioso, hasta me compró preservativos —alzo mi mirada y lo veo sonriendo divertido, aunque en sus ojos hay tanta nostalgia, que me recuerda el sentimiento que me alberga siempre que pienso en mi padre.

—¿Enserio hizo eso? 

—Si, y déjame decirte que salió muy bien, mi talento en la cama es nato —le golpeo el brazo y él ríe— Hablando enserio, siempre estuvo para mí, por eso me dolió cuando las cosas empezaron a cambiar en mi familia, yo comencé a salir con Nicole y a mi mamá no le gustaba ella, pensé que Thomas me iba a dar la razón pero no fue así, tampoco estaba en desacuerdo con mi relación, simplemente le daba el lado a mi madre y yo lo sentí como una traición, Nicole siempre fue amable con él y con todos, sé que le dolía que mi familia no la aceptara del todo, es por eso que yo estaba furioso, ya no era el niño tímido de antes, era un adolescente que comenzaba a gozar de la vida asistiendo a fiestas y al que ya el ejercicio se le empezaba a notar, alguien completamente capaz de decidir con quien salir —la mención del nombre de ella hace mi pecho doler, ¿cómo no la iba a querer con la historia que existía entre ellos?

—¿Por qué tu mamá no la aceptaba? Rosy es una persona muy amable —pregunto analizando todo lo que ha dicho.

—No lo sé, es la hora y aún no lo sé —suspira y desvía la mirada, para este punto ya yo me había separado lo suficiente para voltearme y verlo de frente mientras habla.

—Allí hubo algo raro ¿no te parece? 

—No quiero darle más vueltas a eso ahora, ya hace tiempo dejó de importarme, al fin y al cabo, Nicole demostró tiempo después que enserio no se merecía la confianza de mi madre, al menos Thomas ya no estaba para presenciar el desastre que fui por ella.

—¿Cómo sucedió lo de tu hermano? —pregunto algo cohibida.

—Mi relación con Nicole no era lo único que nos estaba afectado en ese momento, mis padres estaban pasando por una mal temporada y Thomas quería estudiar una carrera de arte, sabes que dedicarte al arte no te da un empleo asegurado, por lo que mi papá enloqueció, el hecho de que la economía de la empresa no estuviera en su mejor momento lo tenía paranoico, pensó que el patrimonio de la familia iría en picada. No faltaba mucho para que yo cumpliera los dieciocho y Thomas estaba emocionado con la fiesta que me estaba organizando pese a todos sus problemas, una noche un mes antes de mi cumpleaños se enteró que mi papá le había mandado una solicitud a la universidad de Yale para que aplicara en economía y no en arte como tenía planeado hacer, así que era de esperarse que enloqueciera, tuvieron una discusión muy fuerte, yo quise apoyarlo, pero se encerraron en el estudio y no nos dejaron pasar ni a mi mamá, ni a mí, tampoco insistí demasiado porque una parte de mí estaba enojada con él por no apoyarme en mis sentimientos. Lo último que supe es que salió enojado en su carro, después llegó la noticia del accidente.

Destrucción DeliberadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora