El es un genio, sabe como voltear la peor de la situación a su favor, sabe que hacer para hacerte sentir bien y por si fuera poco; su arte le da vida a las cosas más mundanas y los destaca de los demás, su pasión por las cosas que quiere, te hace ad...
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Me levanto temprano en la mañana del siguiente fin de semana con una llamada de Melissa anunciándome que viajaríamos a la playa, me dio media hora para prepararme antes de que llegaran por mí en la camioneta de Aaron, lo que significa que ahora estoy corriendo de un lado para otro metiendo cosas que creo necesarias para llevar en un bolso mientras me cambio, me pongo unos shorts y una blusa encima del vestido de baño y termino de empacar, hago un repaso mental de todo lo que llevo y me aseguro de que no me falte nada; toalla, bloqueador solar, bálsamo para labios —ya que la sal del agua los deshidrata—, otra muda de ropa por si acaso, etcétera.
—¿Vas a desayunar antes de salir? —pregunta mi mamá asomando la cabeza por la puerta del cuarto.
—No gracias, después me saldrá barriga y llevo un vestido de baño de dos piezas —respondo. Busco el celular para marcarle a Daisy; le había mandado un mensaje invitándola en cuanto Melissa terminó de llamarme, recordé que Marcus me dijo que ella le gustaba, así que quiero acercarlos.
—¿Ya estás listas? —pregunto en cuanto contesta.
—Ya casi, sólo guardo unas cosas en mi bolso y listo —responde.
—Okay, no demores. Nos vemos. —me despido y cuelgo. Mi celular vibra y veo el mensaje de Mel diciendo que baje. Tomo mi bolso y me despido de mi mamá.
Al entrar en el auto saludo a todos, me dejaron el asiento de copiloto, según Mel para que Aaron pueda estar manoseando mis piernas libremente, como si yo lo fuera a dejar estando ellos aquí.
—¿Por qué no trajeron sus coches? —les pregunto curiosa a Melissa y a Andrew.
—¿Querías privacidad con Aaron? —pregunta Andrew en cambio. Aaron me da una leve mirada antes de volver a posar sus ojos en la carretera, yo me sonrojo.
—Claro que no, me alegro de que ustedes vinieran aquí con nosotros, sólo tengo curiosidad.
—Viajar hasta allá solos es aburrido, mejor era hacerlo juntos —responde Mel. Colson —que también va con nosotros—, mira distraído por la ventana, quiero animarlo a que interactúe más conmigo, así que me dirijo a él cuando hablo.
—Colson, deberías poner tú el reproductor de música hoy, conecta tu celular, quiero oír tus gustos —parece que mis palabras lo toman por sorpresa, ya que no oculta la expresión, sin embargo, luego sonríe.
—No creo que a Melissa le guste mucho la idea —dice mirándola de reojo. Miro a mi amiga y ella hace una mueca.
—Su música es de marihuanos, no me gusta el hip hop, ni sus subgéneros —contesta. Aaron al oírla hace una mueca similar a la que ella hizo hace unos instantes.
—No es que sea de mis géneros favoritos, pero no seas racista —responde este.