Molly.
Tenía varias dudas en mi mente y todas eran acerca de la familia Massey, ¿porqué en la escuela se corren esos rumores del padre de Aarón? ¿Porqué él reaccionó así diciendo que no le importaba? ¿qué clase de relación tenían? En su casa parecían llevarse bien, sé que eso no es de mi incumbencia, pero todo era muy extraño y contradictorio. Tampoco podía sacarme de la cabeza nuestro beso y eso estaba muy mal, no creo que esté lista para comenzar algo que desde ya sé que terminaría mal, por lo que decido fingir demencia y él al parecer piensa lo mismo.
—¿En qué tanto piensas? —pregunta Daisy a mi lado.
—¿Recuerdas que te dije que iba a ir con mi mamá a una fiesta de su jefe? —ella asiente— Bueno, resulta ser que el jefe es el papá de Aarón.
—¿¡What that fuck!? No me jodas —tenía los ojos abiertos de par en par.
—Enserio, y no solo eso, su papá era mejor amigo del mío, inclusive estuvo en el funeral, eran una especie de mejores amigos saliendo con mejores amigas.
—Mierda, este mundo si es pequeño, ¿cómo es que ustedes no se conocían entonces?
—No lo sé, cuando mis padres se mudaron a San Francisco dejaron de verse seguido y según lo que dijo mi mamá, era mi papá el que visitaba al señor Massey de vez en cuando, debido a su agenda este no tenía el tiempo suficiente para hacer viajes, a duras penas lo tenía para su familia.
—Ya veo. Eso debe ser una señal, el que tú y Aarón se hayan encontrado aquí y resulta que sus familias son cercanas, es como si sus vidas estuvieran entrelazadas —dice tal cual como sí estuviera hablando de una novela, con una emoción que no me pareció del todo sincera, como si su cuerpo mostrara algo y sus ojos otra cosa, pero no supe a qué se debía y no me pareció adecuado preguntar.
—No exageres —me quejo, por alguna razón no me atrevo a contarle lo del beso.
—Okay era broma, ¿y cómo va eso del admirador secreto? —pregunta cambiando de tema.
—No lo sé, pudo haber sido una broma —digo restando importancia.
A medida que pasaban los días iba descubriendo cosas nuevas acerca de Aaron, cuando llegué aquí ni siquiera me interesaba saber de la vida de un chico, pero de alguna manera u otra sus ojos me mostraron mucho y nada a la vez desde el primer día en que los vi, convirtiéndose en un enigma contradictorio para mí, aunque me diga a mí misma que no me incumbe aquello que lo rodea, lo cierto es que las situaciones suyas casualmente terminan ocurriendo ante mis ojos haciendo cada vez más difícil evitar que el bicho de la curiosidad me pique. Primero su pelea en la cafetería, luego sus confesiones en las fiestas sobre como lleva las relaciones con las chicas, después el susto en su casa y por último el asistir a una clase drogado, lo peor es que presiento que no acabará allí.Guardé los libros que no necesitaría en casa y antes de cerrar encontré otra nota.
"desde el primer momento en que llegaste a este lugar, llamaste mi atención, supongo que la de él también, pero es totalmente entendible" .
Guardé el papel en mi bolsillo y cerré el casillero, estaba un poco confusa, ¿a quién se refería con él? no era ni de lejos la más bonita del lugar, ni con una personalidad extraordinaria, solo era yo, me consideraba normal, con una mente que sobre-pensaba todo, pero normal al fin y al cabo. Un brazo apareció apoyado en el casillero, justo al lado de mi cabeza y un olor a perfume masculino invadió mi olfato, me giré para encontrarme con el -ya normal- gesto pícaro en el rostro de Aaron, enarqué una ceja— ¿A qué se debe tener el honor de tu presencia? —dije con claro sarcasmo.
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Destrucción Deliberada
TienerfictieEl es un genio, sabe como voltear la peor de la situación a su favor, sabe que hacer para hacerte sentir bien y por si fuera poco; su arte le da vida a las cosas más mundanas y los destaca de los demás, su pasión por las cosas que quiere, te hace ad...