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Eran 23:30 y yo recién salía de mi turno en la estación de bomberos. Cuando me fui de casa tuve que conseguir un trabajo para vivir por mí misma. El trabajo en la estación de bomberos era perfecto para mí. Gracias a mí habilidad podía absorber hierro, entrar a un edificio en llamas y salir ilesa. Camino a mi departamento pasé por un local de comida rápida. Luego de pedir mi cena, me senté en la barra a mirar las noticias. El título que tenía la noticia me dejó anonadada.
 
     "Sir Reginald Hargreeves ha muerto"

A primera hora del día siguiente tomé rumbo a mi antiguo hogar. El día estaba sombrío por lo que se acoplaba perfectamente a mis emociones. Papá no había sido la mejor persona del mundo, pero siempre estaría agradecida con él por las cosas que hizo por nosotros.
Me detuve frente a las grandes puertas de la gran casa, estás me intimidan a más no poder. Tomé valor y me adentré al lugar, todo estaba tal cual recordaba. Camine por el pasillo y me encontré a mamá sentada en una silla frente al cuadro de Número Cinco.

— ¿Mamá?- la llamé pero no sé inmutó.

— Señorita Kendra.

— Hola, Pogo- me acerqué al primate y le dí un abrazo.

— Siento su pérdida.

— Yo lo siento, tú eras más cercano a él que nosotros. ¿Ha llegado alguien?- antes de que me pudiera contestar escuché las voces de mis hermanas en la entrada. Le sonreí a Pogo y me acerqué a ellas.

— Hola Allison. Vanya- dije acercándome a ellas. Logrando que ambas se separen de su abrazo.

— ¿Qué hace ella aquí?- soltó Diego caminando hacia las escaleras.- No deberías estar aquí después de lo que hiciste.- En parte entendía a mi hermano porque ella nos expuso, pero aún así no era día para una discusión. Pero sin dudar defendería a mi hermano.

— ¿Crees que es un buen día para eso?- soltó Rumor

— Déjalo- le dije negando a Número Tres para luego seguir a Diego por las escaleras.

— Sí que estás vestido para la ocasión.- gritó Allison desde abajo.

— Al menos está usando negro.— grité en respuesta.

Seguí subiendo las escaleras con mi hermano a mi lado. -¿Cómo has estado?- me preguntó. Era al que veía más seguido.

— Bien, supongo. No creía que esto iba a suceder así.

— Fue una muerte natural, un fallo cardíaco según el forense.

— Apuesto que Luther pensará que fue asesinato.- dije soltando una risa leve.

— Seguramente.

Caminamos unos metros más, en el camino Diego me contaba cómo consiguió el reporte del forense. Cuando llegamos a donde estaban las habitaciones, vimos a Número Uno en la antigua habitación de nuestro padre.

— Puedo ahorrarte tiempo. Están cerradas.- dijo desde la puerta.- Ni forzaron la entrada. No hay señales de lucha. Nada fuera de lo ordinario.- ambos entramos al dormitorio.

— ¡Vaya!- exclamé mirando a Spaceboy- Qué grande estás, Luther.

— ¿Cual es tu secreto?¿Malteadas de proteínas?

— ¿Pocos carbohidratos?

— ¿Qué quieren?- respondió Número Uno frustrado. Diego sacó un papel de su bolsillo

— El reporte de la autopsia.- Luther se acercó a tomarlo y Diego le hizo un ademán hacia atrás, pero finalmente se lo entregó.

— ¿Por qué tienes esto?

Some things Never Change [TUA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora