*Steve*
- Lo siento, necesitábamos nuestro espacio.- dijo Wanda mientras seguía sosteniendo a Vision.
Este estaba muy mal herido por la lanza que le atravesó el abdomen. Estoy seguro que si hubiera sido una persona normal ya estaría muerto.
- Te entiendo Wanda, aunque no lo creas yo también fui joven.- le respondí con una sonrisa.
Ella me la devolvió.
La miraba a los ojos intentando brindarle todo mi apoyo. Yo sabía perfectamente que Natasha la había regañado por haberse ido de esa manera junto al androide. Podía leer cada emoción que dominaba el cuerpo de la pelirroja.
Algo de miedo, inseguridad, también un poco de enojo. Pero también distinguir como el amor la brindaba cuando estaba cerca de Vision.Ese es un sentimiento que yo anhelo muchísimo al estar cerca de alguien. Hace tiempo que no lo sentía cuando estaba con alguien, y lo echaba un poco de menos. Ese cosquilleo en el vientre, vulgarmente llamado como mariposas en el estómago. Cómo odiaba ese sentimiento, antes. Ahora me encantaría notarlo.
Estoy seguro que lo sentiré cuando lo vea.Me separé de la pareja para darle cierta privacidad, ya que me di cuenta que Wanda ya había comenzado levemente a utilizar su magia en la herida de Vision. Aunque él ya se estaba negando un poco.
Me acerqué a la cabina, donde Sam estaba pilotando el jet en donde nos dirigíamos a un rumbo fijo. Wakanda.
- Has estado pilotando por un tiempo, ¿quieres que siga yo?- pregunté a él apoyandome en el sillón del copiloto, en donde no me di cuenta que estaba Rhodey sentado.
- No te preocupes capitán, estoy bien. Estoy seguro que tienes otra cosa que hacer.- me contestó él sin apartar la mirada del gran ventanal que tenía enfrente.
Yo fruncí el ceño ante la última oración que Sam había utilizado. ¿Qué más debería de hacer?
- Sam tiene razón Steve.- oí la voz de Natasha a mis espaldas.
Me giré para mirarla y la vi a unos metros de mí.
Primero me fijé en su sonrisa ladeada a la derecha. Una sonrisa que estaba claro que transmitía muchas cosas, demasiadas.
Después vi su postura. Apoyando su cuerpo lateralmente en la pared, con las piernas cruzadas y con un brazo alzando... la libreta.
Desvíe la mirada de la libreta hacia los ojos verdes de Natasha. Y sonreí levemente.- Tienes muchas cosas que hacer.- continuó ella sin moverse de su posición.
- Creía que había olvidado la libreta en Escocia.- me adelanté hasta quedar frente a ella.
- Tú sí, yo no.- me tendió el cuaderno y yo lo cogí en mis manos.
Al coger el block de notas un escalofrío recorrió toda mi columna vertebral. Desde la nuca hasta la parte baja de la espalda. Provocando que mi piel se erizará.
Miré la portada de la libreta. Una libreta granate oscuro y algo desgastada, se la veía antigua.- Todavía tienes dos horas hasta que lleguemos, creo que es tiempo de sobra.- Natasha se movió y me dio dos palmadas en la espalda y dispuesta a alejarse de mí.
Acción que no deje, ya que la agarré de la muñeca llamando su atención.
Ella giró únicamente su cabeza para mirarme.- ¿Las has leído?
- Steve, las leí antes de que tú supieras de la existencia del cuaderno.
Yo rodé los ojos y suspiré al mismo tiempo. Ella rió por mi reacción.
Después de que ella parar de reír nos miramos y le sonreí.
Una sonrisa en donde le agradecía todo lo que hacía por mí.
Ella me devolvió la sonrisa entendiendo perfectamente lo que le quería decir.Le solté la muñeca y automáticamente, Natasha fue hacia los dos morenos a entablar conversación con ellos. Mientras yo me daba la vuelta y sentaba en un asiento de atrás para comenzar a leer todo lo que él me quería decir.
Mi lectura fue algo bastante ligero pero muy profundo.
Cada palabra que Bucky escribía a mi trasmitía todo lo que él sentía en el momento él redactaba las cartas. Pude notar su alegría, sus tristezas, su frustración y millones de sentimientos más.Y no solo con las palabras que decía, sino con las imágenes que intentaba hacer. Unos dibujos muy sencillos pero inquietantes y hermosos a la vez. En donde plasmaba el caos que tenía en su cabeza por la confusión de la época y de la situación.
Pude apreciar en mi maravillosa imaginación todas las pequeñas aventuras que él tuvo en mi ausencia. El como me habló de sus hijas las cabras, su sueño hecho por fin realidad. La angustia que transmitía cada vez que leía alguna mala página del libro "Los miserables". Los malditos sentimientos de T'challa hacia él. Su despedida.
Y su precioso: "Te amo".
En el final no pude evitar sonreír como un idiota cuando lo leí.
Lo leí de nuevo, y de nuevo, y de nuevo y así innumerables veces.
Imaginé esa oración saliendo de su boca, esa oración dedicada a mí. Solo a mí. A nadie más.Cerré el cuaderno con esa sonrisa aún plasmada en mi cara. Acaricié la portada de ese pequeño libro escrito por el amor de mi vida. No merecía tenerlo, ni el amor de Bucky ni sus pensamientos. Y aún así los tenía. A ambos.
- Steve.
La voz de Natasha me saco de mis pensamientos. La miré sin aún poder evitar esbozar esa tonta sonrisa. Ella al notarla, tampoco era difícil no darse cuenta de mi felicidad, sonrió también.
- Hemos llegado.
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Cuando las cartas importaban/Stucky || #Wattys2020
Fanfiction🌟Tercer libro de la trilogía 🌟 Al final, Steve Rogers y Bucky Barnes vuelven a encontrarse y por fin podrán decirse lo que no se atrevieron. Los personajes no me pertenecen, solo la historia. Comenzada: 03/05/2019 Finalizada: 11/06/2019