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*Narrador Omnisciente*

- Y yo... soy... Ironman.

Un resplandor envolvió a Tony después de aquel chasquido, o lo que quedaba de él.

El genio ya no tenía fuerzas para continuar con la pelea después de ver a Pepper morir en batalla. Ya no le quedaba nada, solo su querida Morgan a la cual sin duda no podría criar solo. Además...

Era la única manera.

Enseguida todo el ejército de Thanos comenzó a desvanecerse en cenizas. Incluido el titan.

Aunque eso no le importaba mucho a la gente ahora mismo, todos estaban pendientes de cierto moreno que su vida estaba al borde de su fin.

El primero en acercarse fue Rhodes. El cual simplemente se agachó despacio y posar su mano en el hombro felicitándolo por la gran hazaña realizada.

- Señor Stark, lo hemos conseguido. Lo ha conseguido señor hemos ganado.

Un destrozado Peter Parker no pudo aguantar por mucho tiempo las lágrimas. Así que con ayuda del anterior moreno, se levantó y se alejó de su devastado mentor con sus manos tapando su boca intentando reprimir los sollozos.

Y por fin se acercó el capitán, líder de la misión. Con un nudo en la garganta y un vacío en su pecho se acercó a Stark y se puso a su altura.

De una manera milagrosa y con sus últimas fuerzas Tony rodó sus ojos hasta él e intento estirar su brazo hacia el rubio en vano.

Al ver el esfuerzo ejercido por él, Steve inmediatamente cogió su mano y la estrecho.

- Tranquilo Tony. Puedes irte con Pepper, puedes descansar.- dijo Steve muy bajito solo para que lo escuchará el otro.

Aguantando sus lágrimas, intentando ser fuerte, como siempre a hecho.

- Morgan...- un pequeño hilo de voz escapó de la garganta de Tony dándole a entender al rubio lo qu quería.

- Ella estará bien, lo prometo.

- Cuídala...

- Por supuesto Tony. Lo haré. Tu hija sabrá que fuiste un héroe.

Él moreno le dedicó una sonrisa para seguidamente cerrar los ojos y caer en un sueño eterno.

Cuando Steve vio que el cuerpo de su amigo no se movía y no daba signos de vida, se dio la libertad de bajar la vista y derramar unas pocas lágrimas en honor a la persona más valiente que había conocido.

Detrás del rubio se encontraba cierto moreno de pelo largo, el cual no intervino en la conversación pero lo había escuchado todo. Y mentiría si dijera que no se había emocionado.

Comprendía perfectamente que su pareja había perdido a una de las personas más importantes en su vida, pero él haría todo lo posible por sacarle una sonrisa cada día de su vida.

Y aunque esto hubiera sido una victoria, es obvio que el mundo estaba de luto.

Cuando las cartas importaban/Stucky || #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora