*Bucky*
Pasaron unos cuantos días, seis para ser exactos.
Estos días no hemos tenido casi nada de tiempo para nosotros dos. Por no decir que estábamos con el agua al cuello, con el tema de la gema. Maldita gema. Maldito Thanos.
Esos días nos la pasamos más agitados, llenos de entrenamientos para prepararnos para lo inevitable. Para prepararnos porque en cualquier momento algo pasará.
Y ese momentos no tardó mucho en llegar.
- Majestad, su hermana los llama inmediatamente.
La muchacha que vino no tuvo que decir nada más. Todos fuimos lo más rápido posible al laboratorio de Shuri.
Cuando llegamos nos encontramos con un montón de personas yendo de aquí a allá, con suerte no tropezando con nada.
Todos nos acercamos a la mesa donde la morena, junto a Bruce, trabajaban como locos.
- ¿Qué pasó?- interrogó T'challa.
- Hermano, las barreras están disminuyendo de poder. Es obvio que nos detectaran y todavía no hemos terminado.
- ¿Qué haremos?- preguntó Steve.
- Luchar...- comentó T'challa.- Es obvio que debemos hacerlo. Así que estás preparados, todos los refuerzos tienen que estar listos ya. Doctor Banner, luchará con nosotros. Wanda, en cuando esa cosa este fuera de la cabeza del androide, revienta la gema. Y a ese hombre.- señaló a Steve.- denle un escudo.
Cuando terminó de hablar todo el mundo comenzó a moverse, incluidos nosotros.
Nos dimos cuentas que por los grandiosos ventanales se veía una gran neblina en el cielo, pero no era precisamente una nube.
Guiándonos por el pasillo decidí mirar a Steve, el cual caminaba en silencio a mí lado.
- Steve, todo estará bien. Te lo prometo.
- Eso espero Bucky, pero confío que todo saldrá como lo esperado.
- Te amo Steve...- eso lo dije más en voz baja, solo para que él lo escuché.
- Y yo a ti.- respondió él mientras sonreía mirandome, le devolví la sonrisa.
Enseguida salimos del palacio para montarnos nuevamente en esos famosos vehículos todoterreno para nada seguros. Nos guiaron hasta donde sería el campo de batalla.
Al llegar no pude evitar recordar los días en los que estaba en la guerra. En donde estaba en el frente en trincheras dispuesto a matar al enemigo, con frialdad y sin corazón.
Pues era exactamente lo mismo.
Me encontraba al lado de Steve detrás de una fila de guerreros de la frontera, haciendo una especie de escudo con su capa.
Al instante pudimos divisar como una ¿nave alienígena? bajaba hasta la tierra y se posaba en ella entre los árboles del bosque dejándola mínimamente escondida. De detrás de los árboles, salieron tres hombres o alienígenas o lo que sea. Tampoco podía verlos bien, estaban algo lejos.
- Iremos a hablar con ellos, quédate aquí, ¿vale?- me comentó Steve al oído susurrando.
- Vale... ten cuidado.- aconseje o exigí.
Él besó mi mejilla e inmediatamente fue junto a T'challa y a Natasha hasta los señores extraños.
Estuvieron un buen rato hablando a través de la barrera, mientras yo con el corazón en el cuello no podía dejar de tener en mi mente diversos escenarios en la que perdemos, o Steve muere, o yo muero, o alguien muere. No lo soportaría.
Suspiré resignado y con los ojos cerrados, mientras apretaba suavemente el arma que tenía entre mis brazos.
Finalmente, los tres dejaron de hablar y pudieron llegar.
- ¿Qué tal?- pregunté yo.
- Lo siento, intentamos persuadirlos, pero no hicieron caso.
- Entonces hay que luchar y demostrarles quienes somos.- dije con una sonrisa, intentando animar a Steve.
Él sonrió y asintió.
T'challa gritaba algo extraño en su lengua materna y sus aliados le respondían. Para no cagarla, mejor nos callamos cinco mil años.
Una horda de alienígenas que de movían a cuatro patas fue hacia la barrera, morían carbonizados o mutilados por la potencia de la barrera. Los que conseguían pasar eran fusilados por las lanzas de los guerreros.
Me dio asco, no el hecho de que mueran sino de la manera en lo que lo hacían. Haciendo un sacrificio en vano para un motivo absurdo en donde no llegará a nada.
- ¿Qué tal tu escudo nuevo?- pregunté yo para intentar rebajar la tensión que se notaba que Steve acumulaba.
Él me miró primero y pensé que realmente me diría algo tipo Steve: "no es momento para bromas esto es serio" o "¿qué haces preguntando eso ahora?".
Pero en cambio miró al escudo y pulso algo accionando algo extraño lo cual hizo que saliera disparado hacia arriba. Dejando ver una parte de forma triangular pero con tres picos.
La forma en la que salió nos asustó a los dos haciendo que yo retroceda levemente y él alejando la cabeza. Cuando nos dimos cuenta del pequeño inconveniente nos miramos y reímos suavemente.
- ¿Cómo me puedes hacer reír una situación así?- preguntó él con una sonrisa.
- Siempre fue mi don, hacer reír a la persona que amó.- respondí también sonriendo.
Aunque al instante nuestros rostros volvieron a ser serios cuando nos dimos cuenta que cada vez más aliens podían pasar la barrera.
Volvimos a mirar al frente con semblantes preocupados y no pude evitar tragar saliva.
Algo va a salir muy mal.
Noté como Steve agarraba mi mano izquierda y la apretaba suavemente.
- Todo saldrá bien.- susurró él para que solo yo pueda escucharlo.
No, nada saldrá bien.
Entonces escuchamos como T'challa mandaba a abrir una sección de la barrera, la que estaba justamente al frente de nosotros.
Respire hondo cuando vi al rey interponerse entre el ejército y los enemigos. Para después gritar su mítico: "Wakanda por siempre" así dando inicio a la guerra.
Desde que todo el mundo comenzó a correr, perdí de vista a Steve y a cualquier otra persona. Ahora mismo solo existía yo, mi metralladora y el enemigo.
Esto acabará muy mal.
Lo presiento.
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Cuando las cartas importaban/Stucky || #Wattys2020
Hayran Kurgu🌟Tercer libro de la trilogía 🌟 Al final, Steve Rogers y Bucky Barnes vuelven a encontrarse y por fin podrán decirse lo que no se atrevieron. Los personajes no me pertenecen, solo la historia. Comenzada: 03/05/2019 Finalizada: 11/06/2019