Uzumaki's Strongest Weapon

Capítulo 17: Raíces primordiales

- D-Dónde… ¿Dónde estoy?-

- Kh… Mi cabeza…-

Poco a poco despertaban…

Y se dieron cuenta de que estaban contenidas con firmes grilletes unidos que mantenían cautivas sus muñecas y a la vez las dejaban con los brazos sobre sus cabezas, provocando que sus voluminosos pechos resaltaran visiblemente. En sus tobillos tenían igualmente gruesas ataduras de metal que las forzaban a abrirse ligeramente de piernas. En sus cuellos también podían sentir un frío metálico que a diferencia de sus otros aprisionadores, emitía un Chakra residual, el cual ambas reconocieron como el Kinton Uzumaki. Fuera de eso, ambas estaban desnudas.

- S-Se… Se supone que estaba muerta…- Murmuró una de ellas, conforme su visión se aclaraba

- Es cierto… Yo también había fallecido- Replicó la otra, recuperando de golpe la lucidez y mostrándose confundida

- Ciertamente las dos estaban en el otro mundo, pero ahora están de nuevo aquí, en el mundo de los vivos…-

Las dos voltearon a ver a su interlocutora. Se trataba de Kushina Uzumaki, quien miraba fija y provocativamente a aquella dos afamadas y sobretodo, hermosas mujeres en cautiverio…

Una era la Ninja más famosa de su clan en cuanto al manejo del Fuinjutsu, Mito Uzumaki, quien a pesar de su precaria situación, lucía su peinado de odangos laterales con aquellos sellos de Fuinjutsu colgando de ambos y tres agujas de tejer en cada uno, además de tres pasadores en el lado izquierdo de su rojo cabello. La otra era la reconocida Touka Senju, capaz de hacerle frente al mismísimo Madara Uchiha en el aspecto del Genjutsu, quien llevaba arreglado su cabello azabache con aquél mechón puntiagudo que ocultaba su ojo izquierdo y el resto de su cabello sujetado en una coleta que llevaba en la parte superior de la cabeza. Las dos lucían en sus finos labios un tono carmesí intenso.

- Ku… ¿Kushina…?-

La sucesora de la ilustre Uzumaki como Jinchuuriki del Kyubi, iba ataviada en un escandaloso conjunto consistente en liguero blanco de encaje con unos tirantes que sostenían unas finas medias de malla a la mitad de sus muslos. Un sostén sumamente particular con agujeros que dejaban expuestos los erectos pezones luchaba por contener sus turgentes pechos, dejando ver su trabajado abdomen y luciendo sus espectaculares piernas torneadas con unos escandalosos tacones de aguja de 15 centímetros, además de llevar un intenso labial púrpura y sombra de ojos de color semejante, solamente en tono más claro.

En aquella desconcertantemente atractiva mujer, pudo reconocer a aquella jovencita de rostro regordete a la que había incitado a dejar a su familia y su hogar por la meta de permanecer en el tiempo y que los Uzumaki continuaran su labor en Konoha como los contenedores del más poderoso de los Bijuu, haciéndose de un lugar en la jerarquía de la Aldea Ninja de la Nación del Fuego tras hacer dado a Uzushio por perdida…

- Hola, Mito-sama… Me alegra ver que ya no está muerta- Dijo al tiempo que se acercaba a las dos ilustres Ninja -Pero más que nada, me alegra ver que ya está casi lista para servir a mi adorado hijo-amo para compensar la terrible traición que cometió…-

- ¿De qué estás hablando?- Intervino Touka en la conversación, al notar que la Uzumaki a su lado estaba totalmente descolocada

- Touka-sama, Mito-sama puede explicárselo mejor…- Las dos enfocaron su mirada en la cautiva pelirroja

- ¡¿Y cómo quieres que yo lo sepa?!- Cuestionó furibunda la primera Jinchuuriki del Kyuubi

- Operación Vertical- Replicó Kushina esbozando una sonrisa sombría

- ¿Q-Qué quieres decir?- La pelirroja mayor volteó a ver de reojo a Touka mientras se ponía visiblemente nerviosa

- Vamos, Mito-sama, no tema revelar su crimen… No tema confesar que Konoha y las otras Grandes Aldeas Ninja se pusieron de acuerdo en complicidad con los Daimyo de las Cinco Naciones Elementales para destruir Uzushio, porque representaba un contrapeso peligroso para el status quo del Ninkai…- Akashio adoptó una expresión seria -Dejando únicamente a unas pocas elegidas como yo para que el poder de los Uzumaki no se perdiera y las aldeas Ninja pudieran disponer de nuestra carne y nuestra sangre cuando les fuera conveniente… Y usted apoyó eso con fervor, a pesar de que se trataba de los nuestros…-