Bun in the oven

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Tony

Para ser Tony Stark, su día había empezado excelentemente.

Sin juntas, sin ninguna queja, sin reporteros que se le pegaban como lapas intentando sonsacarle alguna primicia, nada de nada.

Pero era un Stark, y problemas era su segundo nombre. Un loco con complejo de villano fallido apareció hacia medio día intentando asaltar un banco, nada que no pudiera resolver por su cuenta. Vio completamente innecesario que Fury avise al resto del equipo y se largo a la misión con su I.A. informándole los daños hasta el momento.

Llego al lugar y se encontró con un escenario para nada bueno, rápidamente sobrevoló el área para revisar el daño hasta el momento.
Escombros por todos lados, gente gritando y corriendo, un auto en llamas, edificios destrozados. Lo típico.

Y sobre la cima de un rascacielos hallo al villano más tópico pudiese existir, trazó un plan en su cabeza y procedió a realizarlo, era imposible que no pudiese.

Volo hacia la torre y en tres sencillos movimientos le hizo una llave y en otro mas lo noqueó. Demasiado fácil.

Alzó vuelo nuevamente y se dirigió a la torre Stark, lo esperaban para el almuerzo y afortunadamente coincidía con la hora libre de Pepper. Comerían todos juntos como si fueran una gran familia, que ridiculez, pero a Pepper le gustaban esas cosas, y jamás lo admitiría pero la atmósfera de armonía que se creaba a esa hora le fascinaba, los comentarios absurdos y las bromas tontas, las risotadas estruendosas de Thor y los vanos intentos de Steve de cocinar aunque sea algo sencillo.

Pero algo no iba bien, algo no era correcto, no sabía que era pero lo presentía. Una cosa estaba fuera de lugar. Algo con Potts.

Oh no, si algo le hacían a su Pepper mientras él llegaba a la torre, alguna broma, un comentario fuera de lugar, se las verían con el. Ya tenía suficiente con que ella hubiese tenido mareos desde hace un día. Seguro que era una gripe, o al menos eso fue lo que le dijo su prometida. Su prometida, saboreo las palabras y sonrió ante esto, amaba a Pepper, aquella mujer no era como las otras, chicas fáciles, de una sola noche, chicas que con palabras trilladas y halagos baratos se rendían ante el. No, Virginia era... era única, y era la mujer para él, una que había visto al verdadero Tony Stark y no había huido, brindándole su amistad incondicional y apoyo. La amaba, lo sentía en cada una de sus células, y la idea de pasar su vida junto a ella le generaba sentimientos cálidos y desconocidos que se creyó incapaz de tener.

Pero aquella intuición, vibrando en su pecho, indicándole que algo estaba mal, incorrecto, erróneo. Una visión paso sin poder evitarlo. Pepper herida, o inclusive peor, muer...

Saco eso de su mente y acelero para llegar inclusive mas rápido a la torre, pero la voz de Friday resonó en su casco.

-Jefe, la señorita Potts se encuentra inconsciente en la torre.

Sudo frío mientras su mente maquinaba mil y un formas de matar al que le hubiese tocado un solo pelo.
De Bruce no se esperaba nada, el hombre era tan inofensivo como un gatito, o una cría de venado -pero por otro lado, Hulk era... bueno, era un tiburón con una ametralladora-.
Tasha tenía una especie de mala vibra con Pepper, no sabía por que, solo que la espía se ponía incomoda y la otra tensa. Extraño.
Y por supuesto Clint y Wanda, aquellos tenían aficción por las bromas, recordaba perfectamente todas las veces en que cambiaron su café regular por uno descafeinado. O aquella vez en que reemplazaron la cobertura de azúcar en sus donuts por sal. También cuando de alguna manera cambiaron todas sus canciones de AC/DC por música clásica. O esa vez que...
La lista seguía y seguía. Por otro lado Vision seguía a todas partes a Wanda como si fuera un cachorro, acompañándola en cada jugarreta o estúpida broma.

One Shots Tony StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora